02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Joder, Hache —le dije, sonriendo—. Sabía que ocultabas algo, pero

nunca imaginé que…

—¿Qué? —preguntó ella, un poco a la defensiva—. ¿Nunca imaginaste

qué?

—Que el famoso Hache, reconocido gunter y el más temido e implacable

luchador de todo Oasis fuera, en realidad…

—¿Una negra gorda?

—Yo iba a decir una afroamericana gorda.

Le cambió el gesto, y se puso seria.

—Si no te lo dije nunca es por algo.

—Estoy seguro de que existe una buena razón —contesté—. Pero en

realidad no importa.

—¿No?

—Claro que no. Eres mi mejor amiga. Mi única amiga, para serte

sincero.

—Pero yo quiero explicártelo de todos modos.

—De acuerdo, pero ¿no puedes esperar a que estemos volando? Nos

queda un largo viaje y me sentiré mucho más a salvo cuando hayamos

dejado atrás esta ciudad.

—Pues ya nos vamos, amigo —dijo Hache, poniendo en marcha la casa

rodante.

Hache siguió las indicaciones de Og y llegamos a un hangar privado

contiguo al aeropuerto de Columbus, donde nos esperaba un pequeño jet de

lujo. Ogden también había dispuesto que la casa rodante de Hache quedara

en un depósito cercano, pero había sido su casa desde hacía años y a Hache

se le notaba que le producía inquietud desprenderse de ella.

Los dos contemplábamos el jet mientras nos aproximábamos a él. Yo

había visto aviones en el cielo antes, claro, pero nunca desde tan cerca.

Viajar en jet era algo que sólo podían permitirse los millonarios. Que Og

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!