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como máximo, unos cientos de créditos. Por desgracia, no disponía ni

siquiera de esa cantidad en mi cuenta en Oasis, que estaba a cero.

Consideré mis opciones. Hache me prestaría el dinero para el

desplazamiento, pero no quería pedirle ayuda. Si no era capaz de llegar solo

a la tumba, significaba que no era digno de llegar. Además, tendría que

mentirle, no decirle para qué quería el dinero, y como nunca se lo había

pedido, cualquier excusa que pusiera sonaría sospechosa.

Al pensar en Hache no pude evitar que se me escapara una sonrisa. Iba a

alucinar cuando se enterara. ¡La tumba estaba escondida a menos de setenta

kilómetros de su colegio! Prácticamente en el patio trasero.

Aquello me dio una idea, una idea que me llevó a ponerme en pie de un

salto. Salí de clase a toda prisa y corrí por el pasillo.

No sólo acababa de ocurrírseme la manera de teletransportarme hasta la

otra punta de Ludus, sino que sabía cómo conseguir que el colegio asumiera

el coste.

Todas las escuelas públicas de Oasis contaban con varios equipos

deportivos de disciplinas tales como lucha, fútbol, béisbol, voleibol, además

de algunos otros que no podían jugarse en el mundo real, como el Quidditch

y Atrapa la Bandera con gravedad cero. Los alumnos se apuntaban a aquellos

equipos igual que se hacía en las escuelas del mundo real y practicaban los

deportes gracias al uso de unos equipos hápticos deportivos que les

obligaban, físicamente, a correr, saltar, patear, perseguir y demás. Los

equipos practicaban de noche, celebraban competiciones y viajaban a

distintas escuelas de Ludus para enfrentarse a otros. Nuestra escuela

proporcionaba vales de teletransportación gratuitos a los alumnos que

desearan asistir a torneos que se celebraran en otros centros, por lo que uno

podía sentarse en las gradas y animar a la Escuela Pública número 1873. Yo

sólo me había beneficiado de esa ventaja en una ocasión, cuando nuestro

equipo de Atrapa la Bandera se había enfrentado a la escuela de Hache en el

Campeonato de Escuelas Públicas.

Al llegar a las oficinas del colegio estudié el calendario de actividades y

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