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alivio, porque me preocupaba que alguien me reconociera y se diera cuenta

de que no era un técnico de mantenimiento. Cuando llegué frente a la puerta

del ascensor, contuve la respiración mientras el sistema escaneaba mi nueva

chapa identificativa. Tras lo que me pareció una eternidad, las puertas se

abrieron.

—Buenos días, mister Tuttle —dijo la voz del ascensor cuando entré en

él—. ¿Piso, por favor?

—Vestíbulo —respondí con voz seca, y el ascensor inició su descenso.

«Harry Tuttle» era el nombre impreso en la chapa identificativa de mi

uniforme de técnico de mantenimiento. Yo había facilitado al ficticio mister

Tuttle acceso pleno a todo el edificio, y después había reprogramado mi

anilla de tobillo para que quedara vinculada al número de identidad de Tuttle

y, de ese modo, funcionara como uno más de los brazaletes de seguridad que

llevaban los técnicos de mantenimiento. Cuando las puertas y los ascensores

me escaneaban para asegurarse de que disponía del permiso de paso, la

anilla que llevaba en el bolsillo les indicaba que, en efecto, estaba autorizado

para pasar, en lugar de indicarles que debían freírme con una descarga de

unos cuantos miles de voltios e inmovilizarme hasta que llegaran los

guardias de seguridad.

Bajé en el ascensor en silencio, intentando no mirar a la cámara instalada

sobre las puertas. Entonces caí en la cuenta de que ese vídeo, precisamente,

sería estudiado con lupa cuando todo eso hubiera terminado. El propio

Sorrento lo vería, seguramente, así como sus superiores. De modo que

cambié de opinión, alcé la vista y, mirando fijamente a cámara, sonreí y me

rasqué el arco de la nariz con el dedo corazón.

El ascensor llegó al vestíbulo y las puertas se abrieron. Yo albergaba

cierto temor de encontrarme con un pelotón de guardias de seguridad

esperándome abajo, sus armas apuntando a mi rostro. Pero allí sólo había un

grupo de mandos medios de IOI, que esperaban subir. Los contemplé un

segundo con la mirada perdida, y salí del ascensor. Fue como cruzar una

frontera y entrar en otro país.

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