02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

segunda y al ver lo que contenía estuve a punto de desmayarme. Incluía

cinco subcarpetas etiquetadas con los nombres Parzival, Art3mis, Hache,

Shoto y Daito. El de éste tenía una gran cruz roja marcada encima.

Abrí primero la carpeta de Parzival. Al momento apareció un informe

detallado que contenía toda la información que los sixers habían recabado

sobre mí en los últimos años. Mi certificado de nacimiento; mis datos

académicos. Al final existía un enlace para ver la grabación de mi sesión

virtual de chat con Sorrento, que concluía con la bomba lanzada sobre la

caravana fija de mi tía. Tras mi desaparición, me habían perdido la pista.

Habían captado miles de imágenes fijas y en movimiento de mi avatar

durante el último año, y gran cantidad de datos sobre mi fortaleza en Falco,

pero no sabían nada de mi ubicación en el mundo real. Mi paradero actual

constaba como «desconocido».

Cerré la ventana, aspiré hondo y abrí la carpeta dedicada a Art3mis.

En la parte superior figuraba la foto escolar de una niña pequeña que

esbozaba una sonrisa decididamente triste. Para mi sorpresa, su aspecto era

casi idéntico al de su avatar. El mismo pelo castaño oscuro, los mismos ojos

color avellana y el mismo rostro hermoso que tan bien conocía… con una

pequeña diferencia. El lado izquierdo de la cara estaba cubierto por una

marca de nacimiento roja. Más tarde sabría que también las llamaban

«manchas de vino de Oporto». En la foto, llevaba un mechón de pelo caído

sobre el ojo izquierdo para disimularla.

Art3mis me había llevado a creer que, en la vida real, era una persona

muy desagradable. En ese momento vi que aquello no podía estar más lejos

de la realidad. A mis ojos, su marca de nacimiento no le restaba nada a su

belleza. Si acaso, el rostro que contemplaba en aquella fotografía me parecía

más bonito que el de su avatar, porque sabía que era el de verdad.

Los datos que acompañaban la imagen decían que su verdadero nombre

era Samantha Evelyn Cook, que era una ciudadana canadiense de veinte

años, que medía un metro setenta y pesaba setenta y seis kilos. El archivo

también contenía información sobre su domicilio —Greenleaf Lañe 2206,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!