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Ella vaciló y divagó un poco.

—¡Tres semanas! —dijo al fin, desesperada—. Llevo tres putas semanas

viniendo aquí, intentando derrotar a ese esqueleto absurdo en este juego

idiota. Y esa inteligencia artificial es ridícula. Sí, ya sabes. Yo no había

jugado nunca a La justa, y ahora me está volviendo loca. Te juro que estuve

a punto de vencerlo hace unos días, pero entonces… —Nerviosa, se pasó los

dedos por el pelo—. ¡Ah! No duermo. No como. Cada vez saco peores notas,

porque sólo practico justas…

Estaba a punto de preguntarle si iba al colegio en Ludus, pero ella siguió

hablando, cada vez más deprisa, como si se hubiera abierto una compuerta

en su cerebro. Las palabras seguían brotando de su interior. Apenas hacía

pausas para respirar.

—… Y esta noche he venido hasta aquí creyendo que sería la última, que

finalmente derrotaría a ese cabrón y conseguiría la Llave de Cobre, pero al

llegar he descubierto que alguien había descubierto la entrada. Y me he dado

cuenta de que, finalmente, mis peores temores se habían hecho realidad.

Otra persona había dado con la tumba. Y he venido corriendo hasta aquí,

cada vez más alterada. No es que estuviera demasiado preocupada, porque

no creía que nadie fuera a derrotar a Acererak de buenas a primeras, pero

aun así…

Se detuvo para respirar hondo y ya no siguió hablando.

—Lo siento —dijo, un segundo después—. Cuando estoy nerviosa hablo

sin parar. O cuando estoy emocionada. Y en estos momentos estoy nerviosa

y emocionada, porque me moría de ganas de hablar con alguien de todo esto

pero, claro, no podía ir contándolo por ahí. En una conversación

intrascendente uno no puede soltar que… —se interrumpió de nuevo—. No

paro de hablar, tío. Soy una ametralladora. Una cotorra.

Hizo el gesto de cerrar los labios con una cremallera, de poner un

candado y arrojar la llave. Sin pensarlo, yo hice el gesto de recoger la llave

al vuelo y de abrírselos de nuevo. Mi reacción le provocó la risa, una risa

sincera y auténtica, intercalada con unos ronquidos muy graciosos que me

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