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«Tu primer servicio de asistencia técnica empieza dentro de siete horas

—me informó el ordenador al oído, con su voz monótona—. Hasta entonces

puedes dormir. Dobla a la izquierda en la intersección que tienes delante y

avanza hacia la unidad habitacional asignada, la número 42G.»

Hice, una vez más, lo que me pedían. Me parecía que no lo estaba

haciendo nada mal.

El Bloque Habitacional me recordó a un mausoleo. Se trataba de una red

de pasillos abovedados, cada uno de ellos flanqueado a ambos lados por

hileras de dormitorios-cápsula en forma de nicho de diez plantas que

llegaban hasta el techo. Cada columna de unidades habitacionales estaba

numerada y la puerta de cada cápsula se identificaba con una letra de la «A»

a la «J». La A correspondía al nivel inferior.

Tardé unos minutos en alcanzar mi unidad, situada en la zona superior de

la columna 42. Al acercarme a ella, la escotilla se levantó emitiendo un

silbido, y una luz tenue, azulada, se encendió en su interior. Subí por la

estrecha escalera de mano instalada entre las dos torres de nichos y apoyé

los pies en la escueta plataforma que sobresalía bajo cada uno de ellos.

Cuando entré en mi cápsula, la plataforma se retrajo y la trampilla, a mis

pies, se cerró.

El interior de mi unidad habitacional era una urna blanca moldeada a

inyección, de un metro de altura y un metro de anchura por dos metros de

longitud. El suelo estaba cubierto por un colchón de espuma-gel y una

almohada. Olían a goma quemada, de lo que deduje que debían de ser

nuevos.

Además de la cámara que llevaba a un lado de la cabeza, había otra

instalada en lo alto de la puerta de mi unidad. La empresa no se molestaba

en camuflarlas. Quería que sus reclutas supieran que los observaban.

La única distracción en la cabina era una consola de entretenimiento; una

pantalla táctil, grande y plana encajada en la pared. Junto a ella, un visor sin

cables en un colgador. Toqué la pantalla para activarla. Mi nuevo número de

empleado y mi posición aparecieron en lo alto del visualizador: Lynch,

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