02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sentí que se me aceleraba el pulso. Acababa de descubrir algo. Una

especie de Huevo de Pascua oculto en el interior de aquel videojuego

antiguo. No se trataba de El Huevo de Pascua. Pero sí de un huevo de pascua.

Una especie de reto, de rompecabezas, de enigma, un desafío que —estaba

casi seguro— había sido colocado allí por el propio Halliday. Yo no sabía si

tenía algo que ver con la Llave de Jade. Tal vez no estuviera relacionado con

La Cacería en absoluto. Pero sólo había una manera de averiguarlo.

Tendría que jugar la partida perfecta de Pac-Man.

Y no era cosa fácil. Había que superar sin errores doscientos cincuenta y

seis niveles, hasta llegar a la última pantalla partida. Y había que comerse

todos y cada uno de los puntos, los energizantes, las frutas y los fantasmas

que fueran surgiendo en el camino, sin perder ni una sola vida. En los

sesenta años de historia del juego se habían documentado menos de veinte

juegos perfectos. El propio James Halliday había completado uno de ellos, el

más rápido de todos, en poco menos de cuatro horas. Y la hazaña había

tenido lugar en una máquina de Pac-Man original, situada en la sala de

descanso de Gregarious Games.

Como yo sabía que a Halliday le encantaba el juego, había investigado

bastante sobre Pac-Man. Pero nunca había conseguido culminar un juego

perfecto. Claro que tampoco lo había intentado en serio. Hasta ese momento,

no había tenido razones para hacerlo.

Abrí mi Diario del Grial y accedí a los datos relacionados con Pac-Man

que había ido recabando. La configuración original del juego. La biografía

completa de su creador, Toru Iwatani. Todas las guías de estrategia sobre

Pac-Man existentes. Todos los episodios de los dibujos animados de Pac-

Man. Los ingredientes de los cereales Pac-Man. Y, por supuesto, los

patrones de juego. Yo disponía de cantidad de diagramas con diseños de

partidas de Pac-Man, así como de horas y más horas de grabaciones de vídeo

de los mejores jugadores de la historia. Ya había estudiado mucho material,

pero volví a revisarlo un poco para refrescar la memoria. Después cerré el

diario y estudié la máquina de Pac-Man que tenía delante, como un pistolero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!