02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

información por la que millones de personas estarían dispuestas a matar.

Llevaba tiempo esperando que dijera algo por el estilo y tenía preparada

una respuesta.

—¿Le importaría saltarse las tácticas de amedrentamiento y

deslumbramiento? Exponga los detalles de su oferta. Tengo otros asuntos

que atender.

Sorrento me sonrió como lo habría hecho a un niño precoz.

—Sí, eso no lo dudo —contestó—. Pero te ruego que no llegues a

conclusiones precipitadas sobre la oferta. Creo que te sorprenderá bastante.

—Y entonces, en un tono más frío, añadió—: De hecho, estoy absolutamente

convencido de lo que digo.

Esforzándome al máximo por disimular lo intimidado que me sentía,

entorné los ojos y solté:

—Sí, sí, lo que usted diga.

Cuando alcanzamos la planta 116 sonó un pitido y las puertas del

ascensor se abrieron. Dejamos atrás a otra recepcionista y avanzamos por un

pasillo muy iluminado. Nos cruzamos con varios avatares sixers, que en

cuanto veían a Sorrento se ponían firmes y lo saludaban como si fuera un

oficial de alto rango. Él no les devolvía los saludos ni expresaba el menor

reconocimiento a sus galones.

Finalmente, me llevó hasta una inmensa sala abierta que parecía ocupar

la práctica totalidad de la planta 116. Había una sucesión de cubículos de

paredes altas, cada uno de ellos ocupado por una sola persona conectada a

equipos de inmersión de última generación.

—Bienvenido a la División de Ovología de IOI —dijo con orgullo

manifiesto.

—O sea, que ésta es la central de los lacayos —solté, mirando a mi

alrededor.

—La mala educación está de más —replicó Sorrento—. Éste podría ser

tu equipo.

—¿Y dispondría de un cubículo para mí solo?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!