02.08.2021 Views

ready-player-one-ernest-cline

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Huevo.

PARZIVAL: Podríamos tardar años.

ART3MIS: Qué le vamos a hacer.

PARZIVAL: ¿Puedo, al menos, seguir enviándote e-

mails?

ART3MIS: No es buena idea.

PARZIVAL: No puedes impedirme que te los mande.

ART3MIS: En realidad sí puedo. Puedo bloquearte

en mi lista de contactos.

PARZIVAL: Pero no lo harías, ¿verdad?

ART3MIS: No, si no me obligas.

PARZIVAL: Qué dura. Innecesariamente dura.

ART3MIS: Buenas noches, Parzival.

PARZIVAL: Adiós, Art3mis. Dulces sueños.

Fin de chat: 27-2-2045/02.51.38

Empecé a enviarle e-mails. Al principio me reprimía un poco y le

escribía sólo una vez a la semana. Para mi sorpresa, ella nunca dejaba de

responderme. Por lo general lo hacía con una frase, en la que me comunicaba

que estaba demasiado ocupada para responder. Pero de vez en cuando, sus

respuestas eran más largas y así fue como empezamos a escribirnos. Al

principio, varias veces a la semana. Gradualmente, nuestros correos se

hicieron más extensos, más personales. Empezamos a escribirnos al menos

una vez al día. En ocasiones, más. Cada vez que un e-mail suyo llegaba a mi

bandeja de entrada, dejaba todo lo que estuviera haciendo y lo leía.

Al poco tiempo nos reuníamos en sesiones de chat privadas al menos una

vez al día. Competíamos en juegos de mesa antiguos, veíamos películas y

escuchábamos música. Hablábamos durante horas. Conversaciones

larguísimas, apasionadas, sobre todo lo humano y lo divino. Pasar tiempo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!