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Entonces la pantalla vuelve a ponerse negra.

Al final del vídeo, Halliday incluía un link a su página web personal, que

había cambiado completamente la mañana de su muerte. Durante más de un

decenio, lo único que tuvo colgado en ella fue una animación sin fin que

mostraba a su avatar Anorak sentado en el centro de una biblioteca

medieval, encorvado sobre una mesa de trabajo rayada, mezclando pociones

y consultando libros de hechizos frente a una pared de la que colgaba una

pintura de grandes dimensiones que representaba a un dragón negro.

Pero aquella animación sin principio ni fin había desaparecido y en su

lugar había una lista de máximos anotadores, como las que aparecían en

aquellas máquinas de videojuegos antiguas que funcionaban con monedas.

La lista era de diez casillas y en cada una de ellas se repetían las iniciales

JDH —James Donovan Halliday—, seguidas de seis ceros. Aquella lista de

máximos anotadores no tardaría en conocerse como La Tabla de Puntuación,

o simplemente La Tabla, y permanecería largo tiempo inalterada.

En la página web de Halliday, justo debajo de La Tabla, también

apareció un icono. Su aspecto era el de un libro pequeño encuadernado en

piel y, al hacer clic sobre él, remitía a una nueva página web,

anoraksalmanac.com, que enlazaba con una copia del Almanaque de Anorak

(de descarga gratuita), donde se recogían miles de entradas sin fechar del

diario de Halliday. Tenía una extensión de más de mil páginas, pero contenía

muy pocos detalles sobre la vida personal de su autor, sobre sus actividades

cotidianas. Casi todas las entradas estaban relacionadas con sus

observaciones improvisadas sobre varios videojuegos clásicos, novelas de

ciencia ficción y fantasía, cómics y cultura pop de los años ochenta.

También figuraban algunas diatribas humorísticas en las que se cargaba todo

lo que se le pusiera por delante, desde las religiones organizadas hasta los

refrescos light.

La Cacería, como acabó por conocerse aquella competición, fue

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