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crees? Todos tenéis un gran día por delante.

Asentí, sintiendo una mezcla rara de alivio y decepción.

—¿Dónde están ahora? —preguntó Hache.

Og levantó un puño al aire, en señal de triunfo.

—Ellos ya están conectados, preparándose para vuestro asalto a los

sixers. —Su voz resonó en la noche y se perdió por los caminos de piedra de

su mansión—. Seguidme. La hora se acerca.

El entusiasmo de Og me devolvió al presente, y sentí que se me formaba

un nudo en la boca del estómago. Seguimos a nuestro benefactor que,

vestido con su albornoz, cruzaba un gran patio iluminado por la luna. Al

acercarnos al edificio principal, pasamos junto a un pequeño jardín vallado

lleno de flores. Se encontraba en una ubicación rara y no comprendí qué

hacía allí hasta que vi que, en el centro, había un gran sepulcro. Supuse que

debía de ser la tumba de Kira Morrow. Pero a pesar de la luna, la luz era

escasa y no pude leer la inscripción de la lápida.

Og nos condujo a través de la lujosa entrada principal. Las luces, en el

interior, estaban apagadas, pero Morrow, en lugar de encenderlas, agarró una

antorcha de las de verdad fijada a la pared y la usó para iluminar nuestro

avance. Incluso a aquella luz tenue, la grandiosidad del lugar me

impresionaba. Las paredes estaban cubiertas de tapices gigantes, así como de

una colección enorme de obras de arte de fantasía; las gárgolas y las

armaduras se alternaban en los pasillos.

Mientras seguíamos a Og, me armé de valor para dirigirme a él.

—Ya sé que éste no es el mejor momento, seguramente —le dije—. Pero

yo soy un gran admirador de su obra. Crecí jugando a los juegos educativos

interactivos de Halcydonia. Gracias a ellos aprendí a leer, a escribir, a

resolver enigmas, las matemáticas que sé…

Mientras recorríamos la casa yo seguía hablando, cantando las

excelencias de los títulos de Halcydonia, adulando a Og hasta avergonzarlo.

Supongo que a Hache le pareció que me estaba pasando de pelota, porque

no dejó de sonreír, burlona, mientras duró mi monólogo. Og, en cambio, se

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