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Información y organización 233
◆ Información y organización
Para organizar la producción de bienes y servicios, cada
empresa combina y coordina los recursos productivos
que contrata. Pero hay diferentes formas de organizar
la producción. Las empresas utilizan una combinación
de dos sistemas:
■
■
Sistemas de mando.
Sistemas de incentivos.
Sistemas de mando
Un sistema de mando es un método de organización de la
producción que se basa en una jerarquía administrativa.
Las órdenes se transmiten hacia abajo a través de la
jerarquía y la información se transmite hacia arriba por
la misma vía. Los gerentes dedican la mayor parte de su
tiempo a recopilar y procesar la información sobre el
desempeño de las personas que están bajo su control y
a tomar decisiones en torno a las órdenes que van a
emitir y a la mejor manera de ponerlas en práctica.
Los militares utilizan el sistema de mando en su
forma más pura. El comandante en jefe (el presidente
o el ministro de defensa de un país) toma las grandes
decisiones sobre los objetivos estratégicos. En el nivel
inmediato inferior, los generales organizan sus recursos
militares. Debajo de los generales, los sucesivos grados
de menor rango organizan unidades cada vez más
pequeñas pero atienden un nivel cada vez mayor de
detalle de cada una de las decisiones. En la parte más
baja de la jerarquía están las personas que operan los
sistemas de armamento.
En las empresas, los sistemas de mando no son tan
rígidos como en la milicia, pero comparten con ésta
algunas características similares. El director general
ocupa la parte más alta del sistema de mando de una
empresa, seguido por altos ejecutivos que dependen de
él y reciben sus órdenes, y se especializan en administrar
la producción, el marketing, las finanzas, el personal y
quizá otros aspectos de las operaciones de la empresa.
Debajo de estos altos ejecutivos pueden encontrarse
varias capas de puestos administrativos de nivel medio,
que se extienden hacia abajo hasta los gerentes que
supervisan las operaciones diarias de la empresa. Debajo
de estos gerentes se encuentran las personas que operan
las máquinas de la empresa, y quienes hacen y venden
los bienes y servicios que ésta ofrece.
Las empresas pequeñas tienen uno o dos niveles gerenciales,
mientras que las grandes cuentan con varios.
Al aumentar en complejidad los procedimientos de
producción, los puestos administrativos se han incrementado.
En la actualidad, el número de personas que
ocupan empleos administrativos es mayor que nunca,
pero la revolución de la información de la década de
1990 detuvo el crecimiento gerencial; lo cual, en algunas
industrias, provocó una reducción en el número de
niveles gerenciales y el despido de los gerentes de nivel
medio.
A pesar de que los enormes esfuerzos que hacen para
estar bien informados, tomar buenas decisiones y emitir
las órdenes mando por las que se hará un uso eficiente
de los recursos, los gerentes jamás podrán contar con la
información completa acerca de lo que está ocurriendo
en las áreas de la empresa bajo su responsabilidad. Es
por ello que las empresas utilizan sistemas de incentivos,
además del sistema de mando, para organizar la
producción.
Sistemas de incentivos
Un sistema de incentivos es un método de organización
de la producción que utiliza, al interior de la empresa,
un mecanismo similar al del mercado. En lugar de
emitir órdenes, los altos ejecutivos crean esquemas de
compensación destinados a motivar a los trabajadores
para que se desempeñen en formas que maximicen
los beneficios de la empresa.
Las organizaciones que se dedican a las ventas son
las que más utilizan los sistemas de incentivos. Los vendedores
que pasan solos y sin supervisión la mayor parte
de su tiempo de trabajo, son motivados a trabajar intensamente
mediante el pago de un salario pequeño,
pero atractivos bonos de desempeño.
No obstante, los sistemas de incentivos funcionan
en todos los niveles de una empresa. Los planes de compensación
de los directores generales pueden incluir
una participación de los beneficios de la empresa y,
en ocasiones, los trabajadores de las fábricas reciben
compensaciones con base en la cantidad que producen.
La combinación de los dos sistemas
Las empresas usan una combinación de mando e
incentivos y eligen la que maximice los beneficios.
Utilizan órdenes cuando supervisar el desempeño de los
trabajadores es fácil, o cuando una pequeña desviación
del desempeño ideal resultaría en un costo muy alto;
emplean incentivos cuando supervisar el desempeño de
los trabajadores es imposible o muy caro.
Por ejemplo, para PepsiCo es fácil supervisar el
desempeño de los trabajadores que participan en una
línea de producción. Si una persona trabaja muy lento,
toda la línea opera lentamente. Por lo tanto, las líneas de
producción se organizan mediante sistemas de mando.
En contraste, supervisar el desempeño de un director
general es costoso. Por ejemplo, ¿cómo contribuyó el
ex director general de Enron, Ken Lay, al éxito inicial
y la caída subsiguiente de su empresa? Esta pregunta no
puede responderse con exactitud, si bien los accionistas
de Enron tenían que poner a alguien a cargo del negocio
y ofrecerle un incentivo para maximizar los rendimientos.
El desempeño de Enron ilustra la naturaleza