Los tiempos del cuidado - Imserso
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LOS TIEMPOS DEL CUIDADO<br />
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en la estructura social, y a través de un proceso de autoidentificación e heteroidentificación 4 , desarrolla<br />
diferentes conductas, experiencias, percepciones y expectativas sociales. Es lo que se conoce como<br />
rol social. <strong>Los</strong> comportamientos y actitudes sociales que desarrollan los individuos a partir de su sexo<br />
biológico constituyen su rol de género.<br />
Bazo y Domínguez-Alcón (1996) plantean que el origen <strong>del</strong> <strong>cuidado</strong> está en una especie de imperativo<br />
social, que se interioriza como coerción moral (Bazo y Domínguez-Alcón, 1996). <strong>Los</strong> roles que se desarrollan<br />
en la familia interaccionan dinámicamente con los roles desarrollados en el resto de instituciones.<br />
En el contexto <strong>del</strong> <strong>cuidado</strong>, las relaciones intra-familiares están condicionadas fundamentalmente por<br />
tres tipos de expectativas: (1) las que derivan de la posición en la familia de <strong>cuidado</strong>res y receptores, (2)<br />
las que derivan <strong>del</strong> género y (3) las que provienen de las relaciones de intercambios pasados entre los<br />
miembros. Se ha argumentado que el <strong>cuidado</strong> informal no es más que la intensificación de un patrón de<br />
ayuda preexistente en las relaciones intergeneracionales y de género (Walker & Pratt, 1991).<br />
El trabajo de <strong>cuidado</strong> informal ha sido y es desarrollado fundamentalmente por mujeres, y se ha demostrado<br />
que las personas mayores dependientes con redes sociales en las que predominan mujeres reciben<br />
más <strong>cuidado</strong> que aquellas con redes predominantemente masculinas (Fast et al., 2004). Las mujeres<br />
dedican más tiempo y se ocupan de actividades más complejas y de la coordinación general <strong>del</strong> apoyo<br />
(Bittman et al., 2004). El porcentaje de mujeres entre los que cuidan alcanza el 84% (IMSERSO, 2005).<br />
El género no sólo influye en la actividad de <strong>cuidado</strong>, sino que opera intensamente en la distribución<br />
temporal de todas las actividades de la vida cotidiana, tanto en la esfera privada como en la pública,<br />
algo que ha sido demostrado por los estudios sobre uso <strong>del</strong> tiempo (Bittman, Fisher, Hill et al., 2005;<br />
Durán, 1997a; Gershuny, 2000; Ironmonger, 2004).<br />
En la literatura antropológica queda ampliamente constatado que la polarización entre el ámbito productivo<br />
y reproductivo está todavía presente en la sociedad, así como la fuerte vinculación de la mujer<br />
a este último. Esta relación conecta la labor <strong>del</strong> <strong>cuidado</strong> con el colectivo femenino, pues dicha actividad<br />
se produce fundamentalmente en el hogar, ya sea propio o ajeno (Martínez Veiga, 1995). Continúan<br />
muy extendidas las creencias tradicionales sobre las funciones de las mujeres como proveedoras naturales<br />
de <strong>cuidado</strong> (Bazo, 1998; Olson, 2003; Ungerson, 1987), que supuestamente atesoran un instinto<br />
natural para este tipo de trabajo (Bazo & Ancizu, 2004). El efecto de la interiorización <strong>del</strong> rol de género<br />
se refleja en las diferencias motivacionales <strong>del</strong> <strong>cuidado</strong> (Bazo, 1998), y en aquellos estudios que<br />
demuestran que muchas de las mujeres que realizan trabajo no remunerado para otros describen su<br />
situación como justa y satisfactoria (Walker et al., 1995).<br />
Las mujeres mayores tienen niveles más severos de discapacidad debido a su mayor esperanza de vida<br />
y a menores niveles de ingresos e instrucción (Castejón, Esparza & Abellán, 2007), y disponen de redes<br />
sociales menos tupidas y diversas (Puga, 2007), lo que hace más difícil hallar <strong>cuidado</strong>res principales en<br />
el entorno inmediato y aumenta la probabilidad de experimentar situaciones de infra<strong>cuidado</strong>.<br />
4) Autoidentificación es el proceso de construcción de la identidad “para sí” (para el propio individuo o grupo), y heteroidentificación<br />
la atribución de características identitarias a un individuo por otro/s (Gómez Esteban & Prieto, 2008: 149).