24.12.2012 Views

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

inmensidad y no le quedó otro remedio que asombrarse ante tanta incomprensión.<br />

La esposa del agricultor obró como cualquiera mujer de<br />

Cartago que se hubiese colocado frente Astarté, <strong>la</strong> diosa ídolo. Sintió<br />

temor por lo desconocido y permaneció impertérrita, vaci<strong>la</strong>nte, en actitud<br />

hierática sin saber que hacer. Estuvo a punto de un desmayo.<br />

Cuando <strong>la</strong> consorte del agricultor se recuperó del soponcio, miró<br />

despavorida al marido y salió corriendo abrazada por <strong>la</strong> locura. Se dirigió<br />

a <strong>la</strong> casa del compadre y al llegar, después de estar más tranqui<strong>la</strong>, le<br />

comunicó trému<strong>la</strong> de pánico:<br />

—Compadre, dos brujas, una tal Menegilda y otra l<strong>la</strong>mada Flegmacía<br />

le hicieron brujería a mi esposo en <strong>la</strong> comida que el<strong>la</strong>s trajeron y<br />

están buscando al indio Estropicio, <strong>para</strong> que le dé con un pródromo en <strong>la</strong><br />

cabeza de Cara<strong>la</strong>mpio —¿qué podía entender el compadre de esta jerigonza?<br />

Los dos se pusieron de acuerdo <strong>para</strong> regresar a <strong>la</strong> casa de Dorotea<br />

con <strong>la</strong> finalidad de ac<strong>la</strong>rar <strong>la</strong> situación.<br />

Al llegar a <strong>la</strong> casa de Dorotea el compadre le pidió al enfermo una<br />

explicación de lo ocurrido, con <strong>la</strong> única finalidad de tranquilizar los<br />

nervios de <strong>la</strong> comadre. Fue cuando nuestro bienhab<strong>la</strong>do agricultor le<br />

mostró <strong>la</strong> panza, <strong>para</strong> que observara que tenía los síntomas de una<br />

inf<strong>la</strong>mación, debido a los desórdenes cometidos con <strong>la</strong> comida que<br />

había pre<strong>para</strong>do su sirvienta. Es decir, Cara<strong>la</strong>mpio tradujo al léxico<br />

sencillo de los campesinos el problema de f<strong>la</strong>tulencia que había adquirido,<br />

de tanto comer y beber en <strong>la</strong> noche anterior. Dorotea quedó tranqui<strong>la</strong><br />

y se fue a pre<strong>para</strong>rle un guarapo de anís estrel<strong>la</strong>do. Cuando se lo<br />

entregó le dijo con rabia, en un lenguaje coloquial:<br />

—Tómate esto <strong>para</strong> que se te salgan los peos.<br />

La lectura envició a nuestro personaje. Leía y releía los mismos<br />

libros. Se estaba pre<strong>para</strong>ndo <strong>para</strong> cuando decidiera irse a <strong>la</strong> capital.<br />

Empezó a tomar decisiones, <strong>la</strong> primera: se cambiaría el nombre porque<br />

el suyo no era de ciudad sino del campo; por lo tanto, acordó l<strong>la</strong>marse<br />

Tolstoi como el autor del libro que se había encontrado. A su mujer, <strong>la</strong><br />

iba a bautizar como Amigdalitis, pensando que era el nombre más adecuado<br />

<strong>para</strong> el<strong>la</strong>, hasta que buscó en el diccionario el significado de dicha<br />

pa<strong>la</strong>bra y decidió cambiarlo por Nefertiti, a lo que su esposa respondió:<br />

“¡Carajo, ese nombre no es cristiano!” En fin, así lo decidió Cara<strong>la</strong>mpio,<br />

es decir, Tolstoi.<br />

Tolstoi compartía sus jornadas de trabajo con sus lecturas, además era<br />

muy cuidadoso con sus ahorros, con ellos aspiraba vivir en <strong>la</strong> gran ciudad.<br />

JNMMJ<br />

`ìÉåíçë é~ê~ Åçåí~ê

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!