Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'
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norteamericanas o en cualquiera reunión donde los participantes eran<br />
dueños o dueñas de mucho dinero.<br />
El connubio se celebró, aún en contra de <strong>la</strong> opinión de su padre, el<br />
cual parecía conocer los pasos de su futuro yerno, pero ¿quién puede<br />
luchar contra una mujer enamorada? No por ello, <strong>la</strong> recepción dejó de<br />
tener el colorido esperado, cual cuento de hadas. Fue tal el lujo y dispendio<br />
del agasajo que los periódicos <strong>la</strong> reseñaron como <strong>la</strong> boda del<br />
año. Verónica Franco se lució con un bello traje e<strong>la</strong>borado por un<br />
famoso diseñador francés y más bien parecía una reina de <strong>la</strong>s pocas que<br />
quedan en Europa. Al <strong>la</strong>do de el<strong>la</strong> estaba el gran conquistador, el gran<br />
seductor, enga<strong>la</strong>nado con un traje de frac inglés, repartiendo sonrisas y<br />
saludando como un galán de cine. Durante <strong>la</strong> recepción se degustaron<br />
los mejores vinos, exquisitos manjares, deliciosos postres y licores cual<br />
festín del imperio romano. Se descorcharon varias botel<strong>la</strong>s del mejor<br />
champaña, servido en finas copas de cristal de Bacará, que al chocar<strong>la</strong><br />
los invitados, el tintineo de <strong>la</strong>s mismas auguraban a los novios <strong>la</strong>s<br />
mejores dichas en su futura vida matrimonial. Parecía <strong>la</strong> pareja perfecta,<br />
el<strong>la</strong> muy joven y bel<strong>la</strong> y él un buen padrote engendrador de una<br />
linda prole y así eternizar una familia de gran raigambre criol<strong>la</strong>. La presencia<br />
de <strong>la</strong> estirpe Manrique-Franco estaba certificada, una vez nacido<br />
el primer varón de <strong>la</strong> familia.<br />
La luna de miel <strong>la</strong> costeó el padre de <strong>la</strong> novia, ya que el novio aseguraba<br />
que el matrimonio le había desequilibrado su presupuesto. Durante<br />
el viaje, <strong>para</strong> celebrar el reciente en<strong>la</strong>ce, recibieron los aires litorales de<br />
los mares. El crucero alrededor del mundo lo realizaron en el yate privado<br />
del señor Franco. El padre de <strong>la</strong> novia, <strong>para</strong> el momento del matrimonio<br />
había dejado el cargo diplomático y era dueño de una empresa de<br />
importación radicada en Europa —que a final de año generaba una<br />
buena ganancia, dada su excelente facturación.<br />
Finalizada <strong>la</strong> luna de miel comenzaron los problemas de mi amiga<br />
Verónica. Narciso Manrique como buen cazador y buen conquistador,<br />
una vez que está el animal muerto a sus pies o una vez que los súbditos<br />
están conquistados, pierde interés por <strong>la</strong> presa y por <strong>la</strong>s personas subyugadas.<br />
Era por tanto necesario buscar un nuevo animal <strong>para</strong> darle caza o<br />
unas nuevas tierras <strong>para</strong> tiranizar. A ello se dedicó Narciso. Tenía asegurada<br />
a Verónica por lo que era imprescindible buscar nuevos cotos y<br />
nuevas víctimas <strong>para</strong> enfrentar<strong>la</strong>s con sus armas.<br />
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