Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Hasta esta parte del relato, no encontré nada de particular, ya que
la mayoría de los hagiógrafos cuentan historias similares a la contadas
por el amigo. Dejé parte del material para leerlo al día siguiente.
“Ya adolescente, regresé al pueblo graduado de bachiller, cargado
de regalos para la familia. Entre mis bártulos, traía una figurita de plata;
representaba un joven con toga y birrete, la cual debía entregarla en
ofrenda al santo patrono. Además, había reunido cierta cantidad de dinero
para hacerle una fiesta a San Vanitum, tal como lo había prometido”.
Así comienza la segunda parte de su relato.
Cuenta el nuevo bachiller que, cuando llegó a la tierra natal estaban
homenajeando a San Vanitum, en la plaza donde la estatua hacía alarde
de la santidad. El lugar se veía adornado con guirnaldas y banderas, en
un ambiente festivo. Nuestro relator, entusiasmado, pensó aprovechar
la oportunidad para entregar la ofrenda al patrono del pueblo. Dejó la
maleta en su casa y corrió hacia el sitio sagrado.
“Queridos ciudadanos, la alcaldía tiene el gusto de honrar a tan
grande hombre, célebre por las hazañas realizadas para la fundación de
este caserío escondido. Hoy se cumplen cuatrocientos años, cuando
nuestro Capitán General don Antonio Ruiz y Cervera colocó en esta
tierra el pendón donde ondeó, por vez primera, batido por los aires litorales
de este pueblo, la Santa Cruz de nuestra religión”.
Este fue parte del discurso escuchado por el novel bachiller, al colocarse
frente al venerado santo. Relata Andrés Octavio: “En ese momento
pensé que había desembarcado en un pueblo vecino. Hasta el
momento que abandoné el terruño desconocía la existencia de ese Capitán
General”.
Andrés Octavio copió parte de la arenga del alcalde:
“Nosotros los aquí reunidos, sabemos el significado del escudo y la
lanza, que en buen gusto engalanan la estatua de nuestro fundador,
pero es mi deber como alcalde, recordárselo a las nuevas generaciones
para que conozcan parte de la historia de este pueblo. La lanza, que en
su mano derecha muestra el Capitán General, significa la bravura con
la que el glorioso conquistador venció a los herejes acosadores de estos
lugares; los manojos de trigo, significan la nueva planta que trasladó
desde la madre patria, para sembrarla en esta tierra conquistada, enriqueciendo
la flora del territorio y la alimentación de los aborígenes de
estas regiones. El libro, es la sagrada Biblia, con la cual convenció a los
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