24.12.2012 Views

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sus manos los números que tan ansiosamente deseábamos. La señora,<br />

ubicada al otro <strong>la</strong>do de <strong>la</strong>s rejas, sin levantar <strong>la</strong> mirada de su tarea, el<br />

destiñe de uña, nos entregó los números veinticinco y veintiséis, los<br />

cuales servían <strong>para</strong> l<strong>la</strong>marnos y atendernos por <strong>la</strong> otra ventanil<strong>la</strong>.<br />

Permanecimos un buen rato esperando que nos l<strong>la</strong>maran por <strong>la</strong><br />

otra taquil<strong>la</strong>. Esto permitió conocernos más íntimamente. Le hablé de<br />

mi afición por <strong>la</strong> cartomancia, por el esoterismo y de mi inquietud por<br />

<strong>la</strong>s religiones orientales: el budismo, el taoísmo, el confusionismo, en<br />

fin, hablé de motivaciones intelectuales. Cuál no sería mi sorpresa,<br />

cuando María Alejandra me comunicó, que parte de sus estudios en<br />

Suiza tenían que ver con <strong>la</strong>s civilizaciones orientales y por lo tanto,<br />

estaba familiarizada tanto con <strong>la</strong> cultura, como con <strong>la</strong>s religiones de<br />

China y de <strong>la</strong> India. Además, con frecuencia, practicaba <strong>la</strong> meditación;<br />

en algunas oportunidades necesitaba concentrarse en los estudios y<br />

también <strong>para</strong> liberarse del estrés. Coincidimos nuevamente en nuestras<br />

inquietudes. De inmediato pensé, que el destino o Buda <strong>la</strong> habían colocado<br />

en mi camino.<br />

Hab<strong>la</strong>mos casi durante una hora y media; no nos habíamos percatado<br />

del número que teníamos entre <strong>la</strong>s manos. De inmediato acudí a<br />

<strong>la</strong> otra taquil<strong>la</strong>, con <strong>la</strong> finalidad de obtener información de <strong>la</strong> situación.<br />

La otra recepcionista, se encontraba tomándose tranqui<strong>la</strong>mente un<br />

café y ante mi pregunta sobre los números contestó:<br />

—Mira, papito, ese número sirve <strong>para</strong> entregarte una p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong> <strong>para</strong><br />

que <strong>la</strong> llenes, pero desafortunadamente, ese formu<strong>la</strong>rio está agotado y<br />

<strong>la</strong> imprenta informó que llegan dentro de tres días.<br />

Durante un breve tiempo permanecí hierático, <strong>para</strong>lizado; tuve<br />

que <strong>contar</strong> hasta mil, tal como había aprendido en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de meditación.<br />

Cuando se aproximó María Alejandra, encontró a un hombre<br />

casi en estado cataléptico. Parecía que estaba a punto de infarto, hasta<br />

que sentí su mano reconfortante sobre mi hombro y con una voz meliflua<br />

me sosegó:<br />

—Tres días más de vacaciones serán interesantes y re<strong>la</strong>jantes, así<br />

tenemos una excusa <strong>para</strong> pasar más tiempo juntos.<br />

Sus pa<strong>la</strong>bras permitieron que regresara del mas allá y tocara <strong>la</strong> Tierra.<br />

Le correspondí con una sonrisa y salimos de <strong>la</strong> oficina de catastro,<br />

no sin antes perder <strong>la</strong> fe en <strong>la</strong> resolución de nuestros problemas.<br />

Pasamos tres días en armoniosa compañía, comimos, bai<strong>la</strong>mos,<br />

fuimos al cine, en fin, nos divertimos tal como lo hacen <strong>la</strong>s parejas afines.<br />

JORMJ<br />

`ìÉåíçë é~ê~ Åçåí~ê

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!