24.12.2012 Views

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

su avidez por <strong>la</strong> información, y por el desconocimiento, algunas veces,<br />

de si había desayunado o no, <strong>la</strong> apariencia de Arquímedes Valecillos,<br />

—que así se l<strong>la</strong>maba mi padre— era aparentemente normal. Como mi<br />

papá estaba perfectamente informado tenía a mi <strong>la</strong>do a dos Arquímedes,<br />

porque mi padre decía todo el tiempo: “Un hombre informado<br />

vale por dos”.<br />

Muchas de <strong>la</strong>s manías que tenemos los humanos nos llegan, o bien<br />

por genética, por costumbre o por el legado que nos hace <strong>la</strong> sociedad y<br />

<strong>la</strong> educación. Total, yo heredé de mi padre esta idea fija por escuchar,<br />

ver y leer noticias en todos los medios impresos, visuales y sonoros.<br />

Creí, tal como mi padre, que yo valdría por dos. Pensé que esta<br />

avidez desmedida por <strong>la</strong> información me haría una persona culta, formándome<br />

el carácter y capaz de darme solidez política y filosófica, ante<br />

los diversos problemas que agobiaron, agobian y agobiarán a <strong>la</strong> humanidad.<br />

Juraba que con todo este cúmulo de información, aunado a mi<br />

sólida formación universitaria me convertiría en un hombre de opinión.<br />

Pero mi vida es un desastre y ello se lo debo a que soy un hombre<br />

mediático. Debo referir que nunca milité en un partido político, ni profesé<br />

religión alguna, por lo que no puedo decir que <strong>la</strong> militancia partidista<br />

o un dogma de fe me inclinaron hacia alguna concepción política<br />

o filosófica. Sólo vivía <strong>para</strong> los estudios y <strong>para</strong> escuchar, ver y leer noticias,<br />

además de mirar los programas de opinión. En un principio lo<br />

hacía acompañado de mi padre y luego, solo, por mi cuenta.<br />

En verdad, no puedo asegurar que lo hacía porque lo disfrutaba,<br />

era algo así como el alcohólico, como el fumador, como el drogadicto<br />

que necesita de un estimu<strong>la</strong>nte <strong>para</strong> pasar<strong>la</strong> bien. Mi droga era <strong>la</strong> noticia,<br />

me había convertido en un hombre disoluto. Tenía que leer y ver<br />

noticias <strong>para</strong> que el día tuviera sentido. No importaba si <strong>la</strong> noticia era<br />

buena o ma<strong>la</strong>, <strong>la</strong> necesitaba más que a mi familia.<br />

Ustedes se preguntarán: “¿En qué puede esto afectar a un<br />

hombre?”. Evidentemente, <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong> gente que lee periódico,<br />

escucha o ve noticias por televisión, esto no los afecta más allá de lo<br />

normal. Sigan leyendo un poco más <strong>para</strong> que entienda mi tragedia.<br />

Como afirmé anteriormente, nunca tuve militancia política ni religiosa,<br />

pensando que ello me hacía un libre pensador y de esta manera<br />

podía ver <strong>la</strong>s cosas con más objetividad. Por carecer de formación filosófica<br />

y de teorías modernas de economía no me parcialicé por ninguna<br />

tendencia, pero en eso estribó parte de mi problema. Cuando escuchaba<br />

JNQSJ<br />

`ìÉåíçë é~ê~ Åçåí~ê

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!