Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Celos
Hoy, como todos los domingos, me dirijo a la clínica psiquiátrica
para visitar a una amiga de la secundaria, Verónica Franco. Como siempre,
oriento mis pasos hacia la sala de visitas. Allí la ubico sentada en el
sofá, buscando con su mirada perdida hacia el paisaje del jardín, el
momento en que se alejó de este mundo. Se encuentra rodeada de su
silencio, en un mutismo sempiterno que la ayuda a vivir. Nadie sabe si es
una enfermedad orgánica en algún resquicio de su cerebro, o una dolencia
del alma o de su espíritu que la ha desconectado de todo. Parece
que el mundo exterior solo le llegaba a través del sentido de la vista.
Cuando estoy frente a ella me formulo varias preguntas ¿acaso los
estudios y la formación académica de Verónica no le permitieron
escoger el camino más adecuado? ¿Por qué su Dios fue tan cruel que no
la ayudó a escoger la vía más conveniente y asegurarle una vida normal?
¿Nuestro libre albedrío no nos da acceso para elegir una vida de acuerdo
con los valores familiares y nuestra preparación? La némesis que está
pagando Verónica es inmerecida. Quizás sea la ofrenda que debe entregar
a su Dios por los posibles pecados que hubiese cometido en su
corta vida.
No quería interrumpir su silencio y mi mirada, buscaba en la de
ella la contestación a las preguntas. Solamente tenía una respuesta a la
UN