24.12.2012 Views

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

JNUSJ<br />

`ìÉåíçë é~ê~ Åçåí~ê<br />

ya a los doce años había analizado y hasta había hecho un juicio crítico<br />

sobre una obra antigua l<strong>la</strong>mada Ulises. Todo ese estudio está guardado<br />

en un disco duro, que si se lograra transcribir en aquel<strong>la</strong>s antigüedades<br />

de papel l<strong>la</strong>madas libros, se recopi<strong>la</strong>ría en 2.500 páginas.<br />

El interés por Higinia 26 se fue incrementando. Mantenía <strong>la</strong> computadora<br />

encendida en espera de algún correo de <strong>la</strong> futura receptora de<br />

mis espermatozoides. En <strong>la</strong> medida que <strong>la</strong> adolescencia nos modificaba<br />

nuestra anatomía, nos aproximábamos cada día más. El<strong>la</strong> estaba en<br />

conocimiento de que recibiría mi espermatozoide, tal como lo había<br />

hecho su madre con <strong>la</strong> simiente de su padre, de <strong>la</strong> misma manera como<br />

lo hizo <strong>la</strong> mía con mi progenitor, <strong>para</strong> nuestras concepciones.<br />

Pero en el mundo de estas maravillosas máquinas no hay nada<br />

escondido, siempre y cuando sus operadores conozcan alguna que otra<br />

c<strong>la</strong>ve secreta o alguno que otro código. Cierta vez, operando con alguno<br />

de ellos, logré penetrar en algunos lugares considerados como top secret<br />

por el Ministerio de <strong>la</strong> Censura. Indagué presuroso sobre esta sección a<br />

<strong>la</strong> cual muy pocos teníamos acceso. Descubrí un mundo completamente<br />

desconocido <strong>para</strong> nuestra generación. Después de pisar una tec<strong>la</strong> apareció<br />

en pantal<strong>la</strong>:<br />

“ATENCION: PORNOGRAFÍA. MATERIAL DE USO<br />

LIMITADO SOLO PARA FUNCIONARIOS DEL MINIS-<br />

TERIO DE LA CENSURA O CUALQUIERA EMPLEADO<br />

OFICIAL CON AUTORIZACIÓN JUDICIAL”.<br />

Santas pa<strong>la</strong>bras <strong>para</strong> querer indagar sobre tan delicado tema.<br />

Las inefables imágenes y textos que aparecieron en <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> de <strong>la</strong><br />

computadora no tenían com<strong>para</strong>ción con el mundo conocido. Advertí<br />

parejas realizando el acto primitivo y antihigiénico de <strong>la</strong> concepción.<br />

Comencé a leer los párrafos de algunas vetustas lecturas que fueron consideradas<br />

en <strong>la</strong> antigüedad como eróticas. Entendí, <strong>la</strong> forma como <strong>la</strong>s<br />

parejas antiguas realizaban, lo que <strong>para</strong> aquel<strong>la</strong> época se decía “hacer el<br />

amor.” Los textos, de una manera muy explícita narraban, con lujo y<br />

detalles, <strong>la</strong> forma como <strong>la</strong>s parejas antiguas se montaban uno sobre otro;<br />

introduciendo el órgano dador del macho en el receptor de <strong>la</strong> hembra.<br />

Todo esto me parecía extraordinario. En <strong>la</strong> medida que iba leyendo los<br />

textos y observaba <strong>la</strong>s imágenes, sentí una sensación imposible de describir,<br />

y dudo que ninguno de los miembros de mi generación haya<br />

experimentado tal emoción. Formulé en silencio y en ese instante una<br />

pregunta:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!