Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Candilejas en El Paralelo
Cuando se trabaja durante mucho tiempo en un tribunal, a uno
siempre le quedará la duda de si hubo o no error en una determinada
sentencia. No es que pienso que en el caso de que un juez se haya equivocado
en el dictamen, lo haya hecho con intención y mucho menos con
sevicia, sino que por ser los humanos imperfectos, algunas de sus decisiones
pudieron haber sido injustas. Tales reflexiones las hago como
secretario que fui de un tribunal en un pueblo alejado de la capital.
Siempre quedará la inquietud sobre un procedimiento de embargo de
un negocio llamado El Paralelo. Este negocio estaba situado en la carretera
que conduce al pueblo y que pertenecía a la jurisdicción del tribunal
donde trabajé durante muchos años.
Del procedimiento nombrado guardé unos legajos. Estos no se
tomaron en cuenta durante el juicio, dado que no tenían que ver con la
actividad económica del negocio. No sé por qué razón permanecieron
archivados en el tribunal. Los vetustos y polvoreados papeles los mantuve
en mi casa hasta que me decidí desatar el badulaque que apilaban
los documentos. Fue entonces cuando comencé a leer cada uno de los
escritos que allí se encontraban amarrados.
OMN