Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

Un cuento posmo
Voy a comenzar este relato como se inician algunos programas que
he visto en la televisión: esta historia es verdadera, los nombres de los
personajes que intervienen fueron cambiados para proteger a los inocentes.
Lugar: un sitio del planeta Tierra. Fecha: finales del siglo veinte.
Personajes: mi hermano y yo —los únicos inocentes— quienes para los
efectos de este relato los identificaré al primero ojitos verdiazul y al
segundo ojitos negroamarillos. Ambos coleccionistas empedernidos de
jeringas o inyectadoras o hipodérmicas. Los otros personajes son: la que
llamaré madre y su esposo, a este último me referiré como el japonés.
Como la historia es verdadera, debo comenzar que los protagonistas:
ojitos verdiazul y ojitos negroamarillo deben tener una madre y
un padre, como todos los seres normales montados en este inmenso
globo. Trataré de lograr una breve descripción de mi progenitora. Ella,
una secretaria bilingüe de una empresa transnacional japonesa, establecida
en un país tercermundista —dicho de otra manera, un país tropical—.
Como todas las mujeres de este ardiente trópico, era una morena
buenamoza, conversadora, bailadora y bebedora social. El japonés, que
he denominado esposo de nuestra madre, de destacaba por un rasgo
característico: era japonés, es decir, trabajaba como un loco furioso,
además, los ojos oblicuos, como dos rayitas lo diferenciaba de los otros
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