Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'
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sudores corporales y los gemidos ardientes del éxtasis sensual de mi<br />
madre. El procedimiento sería a través una vulgar aséptica inyección; <strong>la</strong><br />
muestra de semen se convertiría en una especie de embajador, cuya<br />
única finalidad era <strong>la</strong> creación de una nueva raza o etnia mestiza.<br />
Pero <strong>la</strong> genética le juega jugarretas al destino o viceversa. Por un<br />
problema técnico, el avión japonés tuvo que hacer un toque técnico en<br />
el aeropuerto de Berlín y por razones que sólo Dios, nuestro Señor,<br />
puede dar fe, se inició una huelga de empleados en <strong>la</strong> línea japonesa.<br />
Por razones de urgencia, se decidió tras<strong>la</strong>dar el equipaje del avión,<br />
junto al precioso líquido que viajaba en el avión japonés, a uno germánico,<br />
por lo que los hielitos de semen cambiaron de lugar y de destino.<br />
Así consta en los expedientes.<br />
Como en todas partes del mundo, en <strong>la</strong> tierra, en el mar y en el aire<br />
hay personas que le gusta gastar una broma, sin medir <strong>la</strong>s consecuencias<br />
que de el<strong>la</strong> se derivan. No piensan los bromistas que tales donosuras<br />
pueden causar graves problemas, los cuales pueden afectar el<br />
futuro de muchas personas.<br />
Lo que voy a re<strong>la</strong>tar a continuación consta en los expedientes, no<br />
en mi lenguaje coloquial, sino en uno leguleyo, propio de los conocedores<br />
de los aspectos legales.<br />
Resulta, que en el avión alemán, estaban empleados dos sobrecargos:<br />
uno germano que hab<strong>la</strong>ba y escribía japonés y un negrito, descendiente<br />
en tercera generación de los esc<strong>la</strong>vos p<strong>la</strong>ntadores de algodón<br />
de un estado del sur de Norte América. El primero conocedor del<br />
idioma nipón —no me pregunten cómo— se enteró del contenido del<br />
termo y le insinuó al negrito jugarle una broma al japonés. Sí señor,<br />
mediante el viejo procedimiento manual y sin ningún tipo de recursos<br />
tecnológicos, decidieron practicar el onanismo, es decir una p<strong>la</strong>centera<br />
masturbación o <strong>para</strong> aquellos que desconocen imágenes o metáforas<br />
literarias, mediante un sabroso pajazo. De esta manera procaz lograron<br />
dos muestras del fluido de <strong>la</strong> vida. Una vez que exha<strong>la</strong>ron <strong>la</strong> simiente,<br />
los dos sobrecargos bromistas resolvieron cambiar el contenido del<br />
termo, donde se encontraba conge<strong>la</strong>do el semen del hijo del Imperio<br />
del Sol y futuro creador de una nueva raza, por los lechosos líquidos<br />
perlinos expulsados de <strong>la</strong>s interioridades de los empleados de <strong>la</strong> línea<br />
germánica de aviación. Luego, los primeros cubitos de semen proveniente<br />
del orgulloso país nipón, y que de inicio se convertiría en una<br />
JOOVJ<br />
Un cuento posmo