Cuentos para contar - Editorial 'El perro y la rana'

La muerte de mi gran amor
Todo comenzó una semana antes del cumpleaños, cuando mi mujer
me ofreció como regalo una computadora; la consideraba necesaria
para mi trabajo de ingeniero y de cuentista aficionado, sobre todo de
relatos de misterio. Para mí fue una gran sorpresa esa promesa; estaba
acostumbrado a la vieja máquina eléctrica “Olimpia”, la cual tenía desde
mi época de estudiante. Además, poseía una calculadora científica HP,
ésta había sustituido una antigua regla de cálculo alemana que utilizaba
desde los tiempos de bachiller en ciencias y durante los estudios universitarios.
Desde el momento del ofrecimiento yo, neófito en materia de cibernética,
comencé a visitar librerías especializadas en computación e hice
los primeros intentos de formar una bibliografía relativa a tales temas:
Introducción a la programación, Maravillas de la computadora, Presentando
Microsoft-Windows, Programación para niños, entre otros, fueron los nuevos
títulos que enriquecieron la biblioteca, además de los libros de ingeniería
civil y cuentos de misterios.
Olvidé, durante toda la semana, la existencia del mundo terrenal.
Puse mucho énfasis en la investigación del tema y a leer, todo lo que
podía, lo concerniente a la computación y sus aplicaciones, en espera
del cumpleaños. Cuando viajaba en el Metro y observaba algún joven
NVN