09.05.2013 Views

SAN AGUSTIN. OBRAS

SAN AGUSTIN. OBRAS

SAN AGUSTIN. OBRAS

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

suficiente que, según él, ni el que hace a uno catecúmeno ni el que bautiza es algo, sino<br />

Dios, que da el crecimiento.<br />

¿Cuándo podría decir Petiliano esto de modo que entendamos que dice: "Ni Donato de<br />

Cartago es algo ni Januariano ni Petiliano?" ¿Cuándo podrá aquella hinchazón soportar<br />

esto que le hace pensar al hombre que es algo, no siendo nada, y se engaña a sí Mismo?<br />

...y según Agustín<br />

LIV. 66. Finalmente, un poco después, como si determinara e intentara reconsiderar las<br />

palabras del Apóstol que le habíamos objetado, no quiso poner las que yo había dicho,<br />

sino otras en las que pudiera desahogarse en cierto modo la hinchazón humana. Dice: "¡<br />

Ea!, vamos a examinar de nuevo las palabras de este Apóstol que nos habías objetado;<br />

dijo: ¿Qué es Apolo? ¿Qué es Pablo? Ministros de aquel en quien habéis creído 90 . ¿Qué<br />

nos dice a todos nosotros, por ejemplo, sino: 'Qué es Donato de Cartago, qué es<br />

Januariano, qué es Petiliano, sino ministros de aquel en quien habéis creído'?".<br />

Yo no aduje este testimonio del Apóstol, sino aquel que no quiso citar: Ni el que planta es<br />

algo ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento 91 . Él, en cambio, tuvo a bien<br />

introducir aquellas palabras del Apóstol en que pregunta qué es Pablo, y responde:<br />

Ministros de aquel en quien habéis creído. Esto, en cierto modo, pudo soportarlo la<br />

hinchazón de la cerviz herética; en cambio no pudo soportar aquello en que no preguntó ni<br />

respondió qué era, sino que dijo no era nada.<br />

Pero quiero ya averiguar si el ministro de Cristo no es nada. ¿Quién podría decir esto? ¿<br />

Cómo es, pues, verdadero: Ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios, que da el<br />

crecimiento, sino porque para una cosa es algo y no lo es para otra? Es algo para<br />

administrar y dispensar la palabra y el sacramento, y no lo es para purificar y justificar, ya<br />

que esto no lo realiza en el interior del hombre, sino el que ha creado al hombre entero y<br />

quien, permaneciendo Dios, se hizo hombre, es decir, aquel de quien se dijo: Purificó sus<br />

corazones con la fe 92 , y cree en el que justifica al impío 93 . Testimonio este que a Petiliano<br />

le pareció bien poner en mis palabras, pero que ni trató ni citó en las suyas.<br />

El caso de Judas<br />

LV. 67. Por consiguiente, el ministro, esto es, el dispensador de la palabra y del<br />

sacramento evangélico, si es bueno, es aliado del Evangelio, pero si es malo, no deja por<br />

eso de ser dispensador del mismo. Si es bueno, lo hace de buena gana; pero si es malo,<br />

esto es, buscando sus intereses, no los de Cristo, lo hace a la fuerza con vista a los<br />

intereses que busca.<br />

Atended, sin embargo, a lo que dijo el mismo Apóstol: Si lo hiciera por propia iniciativa,<br />

ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que<br />

se me ha confiado 94 . Como si dijera: "Si anuncio el bien siendo bueno, también yo lo<br />

alcanzo; pero si lo hago siendo malo, anuncio el bien". ¿Dijo acaso: "Si lo hago de mala<br />

gana, no seré dispensador?" Lo anunció Pedro y los otros buenos; Judas lo anunció contra<br />

su voluntad; con todo, con ellos lo anunció. Aquéllos tienen su recompensa, a éste se le<br />

confió la dispensación.<br />

Quienes al anuncio de todos ellos recibieron el Evangelio, pudieron ser limpios y<br />

purificados, no por el que plantaba o regaba, sino por el que da el crecimiento. No vamos<br />

a decir que Judas no bautizó, ya que estaba aún entre los discípulos cuando tenía lugar lo<br />

que está escrito: No era él quien bautizaba, sino sus discípulos 95 . Así es que, como aún no<br />

había entregado a Cristo, Judas, que tenía la bolsa y se apropiaba de lo que en ella se<br />

echaba, y no pudo ser inocente guardián del dinero, fue, sin embargo, dispensador de la<br />

gracia sin perjuicio de los que la recibían; o si no bautizaba, habéis de confesar que<br />

ciertamente evangelizó. Y si tomáis esto como cosa sin importancia, pensad qué opináis<br />

del mismo apóstol Pablo, que dice: No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el<br />

Evangelio 96 .<br />

Además, da la impresión de que comienza a ser más importante Apolo, que regó con el<br />

bautismo, que Pablo, que plantó evangelizando, y, sin embargo, reivindica por esto para sí<br />

el oficio de padre respecto a los corintios y no les otorga ese nombre a los que llegaron a<br />

ellos después de él. Dice en efecto: Aunque hayáis tenido diez mil pedagogos en Cristo, no

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!