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SAN AGUSTIN. OBRAS

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Y lo mismo dice en una carta a Patricio: "El hombre formado de la flor de la primera<br />

sustancia fue mejor que los que le siguieron. No es, pues, para defensa de tu causa algo<br />

grande ni contribuye algo en tu favor esta excepción de Adán del crimen de la naturaleza;<br />

es cuestión que discutiremos en seguida con toda amplitud. Nos basta ahora probar no<br />

hay nada nuevo en tu doctrina que no haya sido desarrollado por Manés"".<br />

Ag.- Enseña Manés que el hombre y el universo entero con todas sus partes, tienen su<br />

origen en la unión de dos naturalezas coeternas, la del bien y la del mal, y enseña también<br />

que esta fábrica del mundo, aunque es mezcla de bien y de mal, tiene al Dios bueno por<br />

artífice; los animales y cuanto nace en la tierra, y el hombre mismo, es obra de una<br />

inteligencia maligna y procede de la raza de las tinieblas. Por eso dice "que el alma<br />

primera emanó del Dios de la luz y recibió este cuerpo para gobernarlo". No habla del<br />

hombre, sino de un alma buena que él considera una parte de Dios; como si fuera de su<br />

misma naturaleza y que vive unida a este mundo y todo cuanto contiene, pero es inducida<br />

a error por la concupiscencia.<br />

Concupiscencia, conviene repetirlo, que no es un vicio de la sustancia buena, sino una<br />

sustancia mala. No fue Adán una excepción, pero en él la concupiscencia era más débil y<br />

tenía más luz. ¿Ves ahora cómo esta doctrina demencial declara la sustancia de Dios<br />

corruptible y corrompida por la unión con una sustancia mala y está en contradicción con<br />

la fe católica, según la cual todos los males del género humano, que en gran parte vemos<br />

herir a los niños, y la lucha de la carne contra el espíritu, males con los que llenáis el<br />

paraíso, quiero decir, el vuestro, provienen de una naturaleza buena, creada por un Dios<br />

bueno, pero viciada por la voluntad personal y la prevaricación del primer hombre?<br />

Al negar estas verdades, ¿qué hacéis, puesto que no os place decir que todos estos males<br />

vienen del vicio de una naturaleza buena, sino atribuirlo a la unión con una naturaleza<br />

mala, invención del error demencial de los maniqueos? Ves, a tu pesar, que los insensatos<br />

y perversos maniqueos no pueden vencer ni con vuestra ayuda; o mejor, con la ayuda del<br />

Señor, ellos y vosotros estáis ya derrotados.<br />

Paraíso de los pelagianos<br />

187. Jul.- "Persiste en atacarnos y dice: "Se atreven a llamar un bien a esta<br />

concupiscencia, contra los libros evangélicos y apostólicos, que leen sin fruto. Ves que sus<br />

santos duermen con sus hijas, con numerosas concubinas y una muchedumbre de<br />

esposas. Y esto sin tener en cuenta estas palabras del Apóstol: ¿Qué unión hay de la luz<br />

con las tinieblas, del fiel con el infiel, de Cristo con Belial? 138 , yerran apelotonados bajo la<br />

nube de la concupiscencia, de cuyo veneno disfrutan de tal modo que, presa de su locura,<br />

piensan cuando se entregan a ella, que esta concupiscencia viene de Dios e ignoran que el<br />

Apóstol dice: Es vergonzoso hablar de lo que hacen en secreto" 139 .<br />

Ves cómo rompe el pudor y piensa que es un argumento de peso contra nosotros, porque<br />

no osamos llamar un mal a lo que el pudor pide se haga en secreto. Pero tú no has podido<br />

encontrar un velo para cubrir la torpeza de tu doctrina; te has servido sólo de unos trapos,<br />

herencia de tu padre y maestro. Persiste en lanzar contra nosotros sus apóstrofes. "¡<br />

Ánimo, dijo, defensor de la concupiscencia, saca a luz sus frutos y sus obras! Me encrespo<br />

contra ella sin temor a la luz, que ella teme y a la que odia. Todo el que obra mal,<br />

aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reveladas" 140 . ¿Ves, pues,<br />

cómo la concupiscencia es origen del mal, y por su medio las pobres almas, esclavas de la<br />

libido, no espontáneamente, porque es ella sola la que nos hace obrar contra nuestro<br />

querer?<br />

"De ahí viene, dices tú, el que nos podamos servir, según la oportunidad, de labios,<br />

lenguas, manos, flexiones del dorso, cerviz y costados; pero cuando se trata de engendrar<br />

hijos, los miembros destinados a esta función no obedecen, y es preciso esperar a que la<br />

pasión, usando de su derecho, los mande, y unas veces lo hace contra la voluntad, y otras<br />

de acuerdo con ella" 141 . Enumeras todas las funciones de los miembros corporales,<br />

declaras que todos están sometidos al imperio de la voluntad, y dices: sólo la pasión<br />

carnal nos hace obrar contra nuestra voluntad. ¿Qué dice Manés? "Ves que la<br />

concupiscencia es fuente del mal, pues las pobres almas vienen a ser esclavas de la pasión<br />

a su pesar y es la única que nos hace obrar contra nuestro querer". Veamos lo que añade:<br />

"Por último, todo pecado está fuera del cuerpo, porque es actual, pero el que fornica,<br />

contra su propio cuerpo peca 142 . Todo pecado no existe antes de cometerlo; pero una vez

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