09.05.2013 Views

SAN AGUSTIN. OBRAS

SAN AGUSTIN. OBRAS

SAN AGUSTIN. OBRAS

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

esfuerzo. Pero ahora vengo a vosotros con moderación y os pido aplicar a la virtud el<br />

esfuerzo que antes empleabais en hacer el mal, y aunque sea una injuria comparar<br />

virtudes y vicios, sin embargo, es suficiente, en el estado de obediencia en el que os<br />

encontráis, buscar la justicia con el mismo afán que antes poníais en servir a la inmundicia<br />

y a la iniquidad".<br />

Ag.- Esto sólo es posible a condición de combatir con todo el impulso del amor a tu bella<br />

favorita, la concupiscencia de la carne; contra esta ley de los miembros, con la que nace<br />

todo hombre, combate la ley del espíritu; ley que encadena al pecado si no se renace en<br />

Cristo. No podrían triunfar los hombres en esta lid si no son guiados por el Espíritu de<br />

Dios. Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios 240 . Id y,<br />

en contradicción con esta verdad cristiana y apostólica, destruid con vuestros elogios el<br />

libre albedrío. Confiad en vuestra fuerza para caer, no para poneros en pie.<br />

Reforma interior con ayuda de la gracia<br />

234. Jul.- "Creamos al maestro de los gentiles y rindamos honor a la verdad de su<br />

palabra. Lo que manda es, como él dice, ciertamente humano, y así reforme la voluntad<br />

los vicios de esta misma voluntad".<br />

Ag.- Pero esta reforma humana no se puede llevar a término sin la ayuda de Dios. ¿Quién<br />

puede rectificar su querer, sino aquel a quien se implora: Dios de las virtudes,<br />

conviértenos 241 , y ¡Oh Dios de salvación!, restáuranos? 242 El Señor ordena los pasos del<br />

hombre y ordena su camino 243 . Si Dios no lo encamina, el hombre no ama los caminos de<br />

Dios, aunque la ley preceptúa amarlos.<br />

La libido se enciende en la juventud<br />

235. Jul.- "Este lenguaje del Apóstol es humano, pero el otro, el tuyo, es no sólo<br />

inhumano y bárbaro, sino injusto; y no sólo injusto, sino también insensato, pues achaca a<br />

hombres de su tiempo vicios de una generación antigua, aun sabiendo es un pecado<br />

inaccesible; como también el recomendar la abstención de algo que considera inherente a<br />

la naturaleza humana, y el intimarme con amenaza renunciar a lo que comenzaría a tener<br />

antes que el alma entre en mi cuerpo y que mi cuerpo entrase en este mundo".<br />

Ag.- Luego la concupiscencia de la carne no es innata, o no manda abstenerse de ella el<br />

que dice: Sé continente 244 , y Huye de las pasiones juveniles 245 . ¿Por qué no dijo: Huye<br />

de los deseos voluntarios? Juventud es nombre de una edad determinada; las edades<br />

dependen de la naturaleza, no de la voluntad; y esta concupiscencia se enciende al<br />

máximo en la juventud; su virulencia está en los niños adormecida, como la razón y la<br />

misma voluntad. Pero la mirada cristiana, no pelagiana, distingue entre lo que recibe la<br />

naturaleza de la obra del Creador y lo que toma o contrae de la contaminación del vicio;<br />

atribuye lo bueno al Creador, e implora el auxilio de un Salvador contra el mal que vivió la<br />

naturaleza; por lo que se refiere al pecado con el que nace el hombre, sólo se le preceptúa<br />

que renazca.<br />

Triunfo de la fe sobre la impiedad de Juliano<br />

236. Jul.- "Sería más justo fuese advertido el Apóstol por los que quería reformar, y<br />

meditar sobre lo que les imponía; sabiendo que la primera condición de un buen consejo<br />

es guardar una cierta medida. Está desautorizada toda doctrina que no observa el fiel de<br />

la justicia. Es cierto que el venerable legislador de la Iglesia, como lo justifica su<br />

autoridad, prudencia, equidad y humanidad, no pensó nunca en un pecado natural; sí<br />

enseñó, conforme a verdad, que nos hacemos esclavos de los vicios por propia voluntad, y<br />

por esta misma voluntad, bien guiada, podemos servir a la justicia. Como hasta el<br />

presente me he ocupado en comentar este pasaje para demostrar que la doctrina de los<br />

maniqueos no se puede defender por las palabras del apóstol Pablo, y la verdad de su<br />

doctrina quedó probada por el contexto a lo largo de todas sus sentencias, ponemos fin a<br />

este segundo libro. Juzgamos, no obstante, necesario advertir que a los traducianistas les<br />

queda sólo su impudencia; pues reconocen no les es favorable la razón, y buscan consuelo<br />

en las palabras del Apóstol ya explicadas; y como es evidente que en estas palabras nada<br />

hay reprensible, nada contrario a la santidad y a la razón, es claro que esta doctrina de la<br />

transmisión queda arrasada por la razón, la autoridad de numerosos textos de la Escritura<br />

y por la religión católica, radicada en Dios, y no puede apoyarse en la doctrina de esta

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!