09.05.2013 Views

SAN AGUSTIN. OBRAS

SAN AGUSTIN. OBRAS

SAN AGUSTIN. OBRAS

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Y aunque en dicho pasaje se dice: Amas las almas, no se dice: "Todas las almas", y así no<br />

hay cuestión. Quizás se haya expresado el autor así para dar a entender que Dios es el<br />

creador de todas las almas; pero no las ama a todas, sino sólo a las separadas de las otras<br />

no por sus méritos, sino por pura liberalidad de su gracia, con el fin de hacer morar en<br />

ellas la sabiduría; porque Dios no ama a nadie, si no mora con la sabiduría; y: El Señor es<br />

el que da la sabiduría 155 .<br />

El arrepentimiento es don de dios<br />

126. Jul.- "La penitencia, don de Dios según la Sabiduría, no es aceptada por vuestro<br />

dogma, porque el mal natural y la perversidad del hombre no admiten cambio".<br />

Ag.- Contra vosotros más bien, somos nosotros los que enseñamos que es un don de Dios<br />

el arrepentimiento; porque, aunque sea la penitencia un acto de la voluntad de cada uno,<br />

Dios es el que prepara este querer 156 ; y, como canta el salmo sagrado, es un cambio de<br />

la diestra del Altísimo 157 , porque lloró Pedro cuando lo miró el Señor 158 ; y como dice su<br />

coapóstol: Por si Dios les concede el arrepentimiento 159 . Y cuanto se dice que la maldad<br />

es inmutable, lo es para el hombre, que no la puede mudar, pero no para el Dios<br />

todopoderoso.<br />

Lo natural y lo congénito<br />

127. Jul.- "Cuando declara el autor de la Sabiduría que amonesta Dios a los pecadores<br />

para que, abandonada su maldad, crean en él, está destruyendo la teoría de un mal<br />

natural, porque lo connatural no se puede abandonar".<br />

Ag.- Puede despojarse el hombre, pero sólo cuando interviene en él la acción del<br />

Omnipotente, de lo que le es congénito; así, la corrupción es natural al cuerpo; sin<br />

embargo, un día será incorruptible.<br />

Pecado original y maldad voluntaria<br />

128. Jul.- "Después de alabar la paciencia de Dios y su bondadosa misericordia, que no<br />

quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, persiste en probar con<br />

ejemplos cuanto había dicho, y hace mención de aquellos que arrastraban una vida pésima<br />

en la tierra de Canaán, y encendían contra ellos la ira del Todopoderoso, que, por justa<br />

venganza, los entregó a las armas triunfantes de los israelitas, que vivían ya bajo la ley.<br />

Aborrecía Dios a los primitivos habitantes de la tierra santa porque practicaban ritos de<br />

magia detestables y sacrificios impíos, pues asesinaban sin piedad a sus hijos. A ésos los<br />

quisiste perder por manos de nuestros padres, para que la tierra de ti muy apreciada<br />

recibiera una colonia de hijos muy digna 160 .<br />

Esta tierra de promisión fue dada a los israelitas después de ser arrasados una gran parte<br />

de los siete pueblos que la habitaban. Y para no dar la sensación de que Dios es aceptador<br />

de personas entre hombres de una misma naturaleza, nos dice el autor sagrado por qué<br />

merecieron su exterminio los cananeos. Señor, dice, aborreciste a los primitivos<br />

habitantes de tu tierra santa 161 . ¿Por qué razón? Según tú, debió añadir: 'Porque fueron<br />

fruto de una diabólica unión, eran posesión del príncipe de las tinieblas y porque Adán<br />

corrompió a todos los descendientes de su linaje'. Pero de todo esto, ni una palabra.<br />

¿Cuál fue el motivo de su aborrecimiento? Las malas obras hechas por su libre querer. Los<br />

aborreciste, dice, porque practicaban obras detestables a tus ojos 162 . Y para no dejarnos<br />

en la ignorancia de cuáles eran estas causas, que tú calificarías de obras de la<br />

concupiscencia carnal de estos pueblos, las concreta hasta en su ínfima especie: magia,<br />

sacrificios impíos, asesinatos sin piedad de hijos; esto es, se entregaban a maleficios y<br />

sacrificios injustos, pues ofrecían, con desprecio de Dios, su creador, sacrificios a sus<br />

ídolos.<br />

Y en estos ritos sacrílegos no perdonaban a sus familiares, tratando de aplacar a los<br />

demonios incluso con la atrocidad de un parricidio. Ves que no se preocupa del crimen,<br />

invento de Manés; es decir, del pecado inherente a la naturaleza de los mortales; pues el<br />

crimen más horrendo por el cual dice que los cananeos ofendieron a Dios es el no<br />

abstenerse de sacrificar a sus hijos. Muerte que no atraería el odio de Dios sobre sus

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!