12.07.2015 Views

Temas de Patrimonio Cultural 20 Buenos Aires Gallega Inmigración ...

Temas de Patrimonio Cultural 20 Buenos Aires Gallega Inmigración ...

Temas de Patrimonio Cultural 20 Buenos Aires Gallega Inmigración ...

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Buenos</strong> <strong>Aires</strong> <strong>Gallega</strong>. Inmigración, pasado y presentegris en que esperé su regreso, sola, aterida y hambrienta, sentada en la tapia húmeda.Muy tar<strong>de</strong> para mi impaciencia, mamá llegó caminando entre dos al<strong>de</strong>anas que hablabananimadamente, pero ella, la más joven <strong>de</strong>l trío, venía callada y triste, tanto, que nome atreví a <strong>de</strong>mostrar mi alegría corriendo a su encuentro, y me limité a caminar hastaequipararme a ella y tomarme <strong>de</strong> su mano. Mamá siempre sostuvo que para llevarse biencon los vecinos había que mantenerse al margen <strong>de</strong> los “chismeríos” y saber oír y callar.Pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esa conducta consciente, había en su actitud un agregado <strong>de</strong>presivo queme turbaba profundamente. No recuerdo haberla visto reír ni jugar conmigo (aunque séque lo hacía) y pocas veces me sentía interpelada por su mirada. No obstante, cuandosalía <strong>de</strong> su ensimismamiento, era cariñosa y complaciente. Dado que trabajaba muchashoras fuera <strong>de</strong>l hogar, estábamos poco tiempo juntas.La vivencia más feliz que tengo <strong>de</strong> su compañía tiene que ver con mi padre. Estábamospreparándonos para emigrar y, ya noche cerrada, fuimos juntas hasta el aljibe. Yoiba tomada <strong>de</strong> su mano por miedo a la oscuridad, feliz <strong>de</strong> compartir algo con ella, sobretodo porque se la notaba más animada. Mientras mi madre cargaba el bal<strong>de</strong> yo miraba elcielo tachonado <strong>de</strong> astros. Entonces le pregunté si mi papá veía en <strong>Buenos</strong> <strong>Aires</strong> aquellasmismas estrellas. Ella contestó que sí, y noté que gracias a su voluntariosa y erróneaafirmación, se establecía un lazo con ese padre incógnito y lejano. Cuando regresamossentí que su mano daba más calor a la mía porque nos habíamos emocionado juntas.El viaje, los primeros tiempos en <strong>Buenos</strong> <strong>Aires</strong>, y el final <strong>de</strong> la infanciaMamá no quería venir a La Argentina, pero papá no quería volver a Galicia, porlo que finalmente embarcamos en Vigo en el flamante vapor argentino Yapeyú y navegamosveintidós días. El mar está presente en muchas <strong>de</strong> mis imágenes <strong>de</strong> aquellos días,pero no tanto como espectáculo (que al final resultó muy aburrido) sino como fuerzadisgregadora. No <strong>de</strong>be ser casualidad que a mi llegada a <strong>Buenos</strong> <strong>Aires</strong>, ante una pregunta<strong>de</strong> María Luisa, (217) respondiese que el viaje me había gustado pero o mar quedou todo<strong>de</strong>scangallado. (218) El mar remite a la ruptura, a la distancia, al tedio, a los mareos y malhumor <strong>de</strong> mamá. También al asombro que me causó el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> otros mundos.En Río <strong>de</strong> Janeiro vi por primera vez a personas <strong>de</strong> raza negra. No me asustaron comoa Luz ni como a mamá, que retrocedió hacia el grupo <strong>de</strong> compañeras emigrantes. Yolos miraba atónita y <strong>de</strong>spectivamente, segura <strong>de</strong> que su color oscuro se <strong>de</strong>bía a que nose habían lavado. Una <strong>de</strong> las emigrantes que viajaba con nosotras hizo un chiste <strong>de</strong> malgusto: ¡Mira Rosita, aquél es tu papá! Esperanzada e incrédula, atrapada entre la pasividad<strong>de</strong> mamá y el azuzar <strong>de</strong> la viajera, no sacaba la vista <strong>de</strong> encima al negro. Supongo quemi mirada fue un imán y el muchacho se acercó a festejarme. Pienso que, así como élllamaba mi atención, yo <strong>de</strong>bí sorpren<strong>de</strong>rlo por la fuerza <strong>de</strong> mi curiosidad, la piel rosaday el pelo claro. Mamá aceptó con cautela que me regalara golosinas y que durante la217 María Luisa Iglesias Balboa <strong>de</strong> López, hija <strong>de</strong> José Iglesias Nieves y Dolores Balboa Martínez, nació en Aldrei, Marrozos, el 15 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1928 yarribó a <strong>Buenos</strong> <strong>Aires</strong> en enero <strong>de</strong> 1953 con su marido. Prima <strong>de</strong> mi padre, se casó el 14 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1952 con José López Ferreira, primo <strong>de</strong> mi madre.Entrevistada en <strong>Buenos</strong> <strong>Aires</strong> el 26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> <strong>20</strong>07.218 Literalmente “pero el mar quedó todo <strong>de</strong>shecho”.169

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!