12.07.2015 Views

Temas de Patrimonio Cultural 20 Buenos Aires Gallega Inmigración ...

Temas de Patrimonio Cultural 20 Buenos Aires Gallega Inmigración ...

Temas de Patrimonio Cultural 20 Buenos Aires Gallega Inmigración ...

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Temas</strong> <strong>de</strong> <strong>Patrimonio</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>20</strong>mismo talle, la misma estatura y con las mismas redon<strong>de</strong>les”. (287) Sin embargo, a estasgalleguitas anónimas e intercambiables, se opone una gallega inconfundible, <strong>de</strong> granpersonalidad y belleza llamativa, seductora y mandona. Se trata <strong>de</strong> A<strong>de</strong>lina, modista <strong>de</strong>la madre <strong>de</strong>l narrador:“Una española rubicunda, <strong>de</strong> ojos claros, alta y sólida, <strong>de</strong> formas rotundas, llena<strong>de</strong> risas, <strong>de</strong> ocurrencias, <strong>de</strong> respuestas veloces y agudas. A veces, hasta la sala <strong>de</strong>l frentedon<strong>de</strong> la esperábamos, <strong>de</strong>l fondo nos llegaban los gritos con que reprobaba a sus oficialasy aprendizas. Pero venía a nuestro encuentro y era la alegre A<strong>de</strong>lina <strong>de</strong> siempre. Rubia,muy blanca, hermosa mujer, <strong>de</strong>be <strong>de</strong> haber sido gallega, aunque los muchos años enArgentina habían limado un tanto la espesa dicción <strong>de</strong> su tierra. Y como buena gallega,tenía accesos <strong>de</strong> melancolía. Días en que los ojos se le nublaban, la tristeza le velaba lavoz, hablaba bajo y con monosílabos, suspiraba. Nada que ver con la airosa A<strong>de</strong>lina <strong>de</strong>los buenos momentos”. (288)A<strong>de</strong>lina trabajaba para las señoras <strong>de</strong> la “burguesía media que no podían costearse,como las <strong>de</strong> clase alta, un vestido francés original: copiaba a la perfección, mejordicho, reproducía con auténtico refinamiento los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> París”. (289) Vivía en una“casa chorizo” <strong>de</strong> estilo italiano, con tres patios, como casi todas las <strong>de</strong>l barrio. Recibíaa su clientela en una “típica sala <strong>de</strong> clase media <strong>de</strong> la época”:“(…) muebles seudofranceses, pretensiosamente dorados, mezclados con otros<strong>de</strong> estilo in<strong>de</strong>finido, oscuros, anónimos; una vitrina con tacitas y copas, una lámpara conpantalla <strong>de</strong> flecos, una mesa gran<strong>de</strong>, colmada <strong>de</strong> los famosos figurines y <strong>de</strong> muestrarios<strong>de</strong> telas, un mantón <strong>de</strong> Manila como casualmente arrojado sobre un sofá, y junto almantón, una gran muñeca, casi <strong>de</strong> tamaño natural, cara, brazos y piernas <strong>de</strong> porcelana,absortos ojos <strong>de</strong> vidrio, peluca Luis XV <strong>de</strong> seda y vestido <strong>de</strong> seda multiplicada eninfinitos volados”. (290)La exitosa A<strong>de</strong>lina tiene, sin embargo, una preocupación que la aflige, y probablementeun secreto inconfesable. Esther, su sobrina y primera oficiala, “una morochitamenuda, nada fea, tan dotada como su tía y patrona para la costura <strong>de</strong> calidad”, (291)pa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> tuberculosis, y <strong>de</strong>smejora progresivamente. Un día, cuando casi la madre <strong>de</strong>lnarrador ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> frecuentar a la modista (el <strong>de</strong>caído presupuesto familiar ya no lepermite afrontar los gastos <strong>de</strong> alta costura) llega la noticia <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Esther. Lamadre <strong>de</strong>sliza entonces –como una certeza– la hipótesis pecaminosa: “‘Supongo que tedarías cuenta <strong>de</strong> que lo <strong>de</strong> sobrina era un cuento. Esther era hija natural <strong>de</strong> A<strong>de</strong>lina’.¿De A<strong>de</strong>lina con quién?, me dije a mí mismo. Con un criollo, evi<strong>de</strong>ntemente. Entendíentonces, <strong>de</strong> pronto, algunas cosas: que ser hijo natural (el eufemismo me sigue causandogracia y también fastidio) era un oprobio”. (292) Cabe preguntarse por algunos otros287 Op. Cit. p. 26.288 Ibí<strong>de</strong>m. p. 55.289 Ibí<strong>de</strong>m. p. 56.290 Ibí<strong>de</strong>m. p. 57.291 Ibí<strong>de</strong>m. p. 58.292 Ibí<strong>de</strong>m. p. 60.222

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!