13.07.2015 Views

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Contradicción 9. Divisiones d<strong>el</strong> trabajo | 121sin embargo, útil e importante registrar desde un principio cómo se solapanlas bases técnicas y sociales de esas distinciones, ya que las categoríasimplicadas en la de<strong>fin</strong>ición de la división d<strong>el</strong> trabajo han entremezcladosiempre consideraciones técnicas y sociales de forma a menudo confusay equívoca. Durante mucho tiempo, por ejemplo, se de<strong>fin</strong>ió <strong>el</strong> trabajocualificado en términos de género, de modo que cualquier tarea que lasmujeres pudieran realizar –por difícil o compleja que fuera– se considerabano cualificada, simplemente porque las mujeres podían realizarla. Y peortodavía, a las mujeres se les atribuían con frecuencia esas tareas por razonesllamadas «naturales» (cualquier cosa, desde los dedos más ágiles hasta untemperamento supuestamente sumiso y paciente dictado por la naturaleza).Por esta razón, en <strong>el</strong> París d<strong>el</strong> Segundo Imperio los hombres se oponíanenérgicamente al empleo de mujeres, ya que sabían que llevaría a la reclasificaciónde su trabajo como no cualificado y, por lo tanto, con una menorremuneración. Aunque la cuestión era en aqu<strong>el</strong>la época muy específica,ha sido seguramente un factor clave en la determinación de los distintosniv<strong>el</strong>es de remuneración en <strong>el</strong> mercado laboral global contemporáneo. Lagran feminización que se ha producido a escala mundial, tanto d<strong>el</strong> trabajomal pagado como de la pobreza, atestigua claramente la importancia de esetipo de juicios, para los que no existe ninguna base técnica. Las cuestionesde género han motivado también largos debates sobre <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> que cabeasignar al trabajo doméstico frente al trabajo asalariado. Aunque es unacuestión importante en <strong>el</strong> <strong>capitalismo</strong> y sin duda forma parte de muchascrisis personales en los hogares, ha tenido muy poca influencia directa en<strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> capital, excepto en lo que atañe a la tendencia general quedesde hace mucho tiempo tiende a ampliar <strong>el</strong> mercado mercantilizandocada vez más tareas domésticas (cocina, limpieza, lavado d<strong>el</strong> cab<strong>el</strong>lo y hasta<strong>el</strong> corte de uñas y la manicura). La campaña por los salarios devengadospor <strong>el</strong> trabajo doméstico parece, sin embargo, seriamente desviada de unaperspectiva anticapitalista, porque no hace más que profundizar la penetraciónde la monetización y la mercantilización en las intimidades de la vidacotidiana, en lugar de utilizar las labores domésticas como palanca paratratar de desmercantilizar tantas tareas sociales como fuera posible.Es ahí donde las <strong>contradicciones</strong> d<strong>el</strong> capital y d<strong>el</strong> <strong>capitalismo</strong> se solapanparcialmente. Desde hace mucho tiempo se han asociado con frecuenciadeterminados oficios, por ejemplo, y a veces con exclusividad, a determinadosgrupos étnicos, r<strong>el</strong>igiosos o raciales de una población. No es sólo<strong>el</strong> género <strong>el</strong> que motiva distinciones dentro de la división d<strong>el</strong> trabajo.Esas asociaciones, que seguirán evidenciándose, no son meros residuosde un pasado muy complicado. Muchos programadores y desarrolladoresde software (una categoría ocupacional totalmente nueva) provienend<strong>el</strong> sur de Asia y Filipinas se especializa en <strong>el</strong> suministro y exportación

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!