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Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

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Monopolio y competencia: centralización y descentralización | 141entonces cada uno de los panaderos tendrá un poder de monopolio en suorilla respectiva, <strong>el</strong> cual desaparecerá si <strong>el</strong> rey construye un puente, perose restaurará si un señor local impone un considerable aranc<strong>el</strong> de paso osi <strong>el</strong> río se convierte en una frontera política y se aplican rigurosas tasasal comercio de pan entre las dos orillas. Por esa razón, los economistaspolíticos d<strong>el</strong> siglo XVIII emprendieron una campaña contra los aranc<strong>el</strong>esaduaneros, entendiendo que constituían un obstáculo a la competencia.El régimen global de libre comercio pretendido por Estados Unidosdespués de 1945 y que culminó en los acuerdos de la OMC es una prolongaciónde esa política.Pero <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de los costes de transporte como forma de «protección»de los monopolios locales ha venido disminuyendo desde hace tiempo. Lareducción de esos costes ha sido crucial en la historia d<strong>el</strong> capital. La utilizaciónde los grandes contenedores desde la década de 1960 desempeñó unpap<strong>el</strong> vital en <strong>el</strong> cambio d<strong>el</strong> alcance geográfico de la competencia, como lohicieron las suavizaciones de las barreras políticas al comercio. La industriaautomovilística estadounidense, con sus tres grandes compañías localizadasen Detroit, parecía constituir un oligopolio omnipotente en la décadade 1960, pero en la de 1980 su poder se había visto socavado por la competenciade Alemania Occidental y Japón al cambiar espectacularment<strong>el</strong>as condiciones espaciales de las r<strong>el</strong>aciones comerciales, tanto física comopolíticamente. En la década de 1980 apareció <strong>el</strong> automóvil global cuyaspiezas se podían producir en todo <strong>el</strong> planeta siendo luego ensambladasen algún lugar como Detroit, que la irrupción de una feroz competenciainternacional y la automatización convirtieron en un erial. La historia d<strong>el</strong>comercio de la cerveza es otro de mis ejemplos favoritos. Muy localizadoen <strong>el</strong> siglo XVIII, se regionalizó gracias a los ferrocarriles a mediados d<strong>el</strong>siglo XIX, antes de expandirse a escala nacional en la década de 1960 parahacerse luego planetario, gracias a los grandes contenedores, en la de 1980.El terreno de la competencia monopolística ha ido claramente cambiandoy, como en <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> desarrollo geográfico desigual, la organizaciónespacial y geográfica de la producción, la distribución y <strong>el</strong> consumo es en síuna forma de articular la r<strong>el</strong>ación contradictoria entre monopolio y competencia.Ahora compro hortalizas de California en París y bebo cervezaimportada de todos los rincones d<strong>el</strong> mundo en Pittsburgh. Al mitigarsegradualmente las barreras espaciales debido a la tendencia capitalista a «laaniquilación d<strong>el</strong> espacio mediante <strong>el</strong> tiempo», muchas industrias y servicioslocales perdieron su protección local y sus privilegios de monopolio.Se vieron obligados a competir con productores de otros lugares, al principior<strong>el</strong>ativamente cercanos, pero luego mucho más lejanos.Los capitalistas deberían supuestamente dar la bienvenida a esa restauraciónde la competencia; pero como ya se ha señalado, resulta que la

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