13.07.2015 Views

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

76 | <strong>Diecisiete</strong> <strong>contradicciones</strong> y <strong>el</strong> <strong>fin</strong> d<strong>el</strong> <strong>capitalismo</strong>o movimiento anticapitalista revolucionario. También la señalan algunoscomo verdadera fuente subyacente de todos los tipos de crisis económicas.Ha habido ciertamente lugares y momentos en los que la teoría de que lascrisis se debían a la «contracción de beneficios» parecía la más convincente.Cuando los trabajadores cobran fuerza frente al capital, pueden obligar a<strong>el</strong>evar los niv<strong>el</strong>es salariales hasta <strong>el</strong> punto en que reducen sus beneficios.En esas condiciones la respuesta típica d<strong>el</strong> capital es ponerse en hu<strong>el</strong>ga,negarse a invertir o reinvertir, y crear d<strong>el</strong>iberadamente desempleo para disciplinara los trabajadores. Un argumento de este tipo sería adecuado parala situación en Norteamérica, Gran Bretaña y Europa desde <strong>fin</strong>ales de ladécada de 1960 hasta bien entrada la de 1970 2 ; pero <strong>el</strong> capital tambiéntiene dificultades cuando domina demasiado fácilmente a los trabajadores,como demuestra la situación vivida después d<strong>el</strong> crac de 2008.En cualquier caso, la contradicción entre capital y trabajo no puede serúnica como explicación de las crisis, ni conceptualmente ni tampoco, enúltimo análisis, políticamente. Está entr<strong>el</strong>azada y depende de su r<strong>el</strong>ación conlas demás <strong>contradicciones</strong> d<strong>el</strong> capital (por ejemplo, la contradicción entrevalor de uso y valor de cambio). Vista bajo esa luz, tanto la naturaleza comola concepción de las tareas políticas de cualquier movimiento anticapitalistatienen que cambiar, porque las restricciones que lo rodean –como la enormeconcentración de poder dinerario que <strong>el</strong> capital su<strong>el</strong>e amasar para mantenersu agenda y asegurar sus intereses– limitan las condiciones y la posibilidadde transformaciones radicales de la r<strong>el</strong>ación capital-trabajo en <strong>el</strong> lugar de trabajo.Aunque la supresión <strong>fin</strong>al de la contradicción entre capital y trabajo yla creación de condiciones para un trabajo no alienado sean <strong>el</strong> principio y <strong>fin</strong>de un proyecto político alternativo, esos objetivos no se pueden alcanzar sinresolver las demás <strong>contradicciones</strong>, como la de la forma dinero y la capacidadprivada de apropiarse de la riqueza social, con las que están asociados.La consideración de la contradicción capital-trabajo apunta ciertamenteal proyecto político de superar la dominación d<strong>el</strong> capital sobre <strong>el</strong>trabajo, tanto en <strong>el</strong> mercado laboral como en <strong>el</strong> lugar de trabajo, medianteformas de organización en las que los trabajadores asociados controlencolectivamente su propio tiempo, su propio proceso de trabajo y su propioproducto. El trabajo social para otros no desaparecería, pero sí lo haría <strong>el</strong>trabajo social alienado. La larga historia de intentos de crear alguna alternativade ese tipo (mediante las cooperativas obreras, la autogestión, <strong>el</strong>control obrero y más recientemente las economías solidarias) sugiere queesa estrategia sólo puede encontrar un éxito limitado por las razones yamencionadas. Las alternativas organizadas desde <strong>el</strong> Estado, derivadas de la2Andrew Glyn y Robert Sutcliffe, British Capitalism. Workers and the Profit Squeeze, Harmondsworth,Penguin, 1972.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!