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Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

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Contradicción 16. La r<strong>el</strong>ación d<strong>el</strong> capital con la naturaleza | 249por ejemplo, no se conocía y la sobrepesca prosiguió despreocupadamentedurante la década de 1930 hasta un punto de reproducción cero, sin quenadie se diera cuenta d<strong>el</strong> problema. No ha vu<strong>el</strong>to a haber sardinas en lazona 4 . En <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> Protocolo de Montreal, por poner otro ejemplo, <strong>el</strong>horizonte temporal era prolongado porque los CFC de la estratosfera tardanmuchos años en disiparse. Es comprensible que <strong>el</strong> <strong>capitalismo</strong> no estéacostumbrado a lidiar con este tipo de plazos, lo cual supone uno de losgrandes problemas a la hora de combatir las repercusiones a largo plazo d<strong>el</strong>cambio climático y de la pérdida de biodiversidad d<strong>el</strong> planeta.Bajo la presión de un constante crecimiento exponencial, la degradacióncancerosa no hará más que ac<strong>el</strong>erarse. No excluyo que se produzcanmomentos de apariencia apocalíptica a lo largo de este proceso; por ejemplo,la frecuencia de sucesos meteorológicos graves está aumentando. Perolas catástrofes localizadas pueden ser fácilmente asumidas por <strong>el</strong> capitalpuesto que un depredador «<strong>capitalismo</strong> d<strong>el</strong> desastre» está siempre dispuestoa ponerse manos a la obra. De hecho, <strong>el</strong> capital prospera y evolucionaaprovechando la inestabilidad de los desastres naturales localizados. Nosólo crean nuevas oportunidades de negocio, sino que también proporcionanuna máscara muy útil para ocultar los propios fallos d<strong>el</strong> capital: lade una furia imprevisible, caprichosa y testaruda llamada «madre naturaleza»culpable de las desgracias que en buena parte ha causado <strong>el</strong> capital.En cambio, son las lentas degradaciones cancerosas las que plantean unenorme problema para <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> capital está muy mal preparado y paracuyo manejo aún han de crearse nuevas instituciones y poderes.Las escalas geográficas y temporales d<strong>el</strong> ecosistema capitalista se hantransformado como respuesta al crecimiento exponencial. Mientras, por logeneral, los problemas en <strong>el</strong> pasado estaban localizados: un río contaminadoaquí o una niebla tóxica allá, hoy en día son más regionales (lluvia ácida,concentraciones de ozono de baja intensidad y agujeros de ozono estratosféricos)o globales (cambio climático, urbanización global, destrucción de loshábitats, extinción de especies y pérdida de biodiversidad, degradación de losecosistemas oceánicos, forestales y terrestres, así como la introducción incontroladade compuestos químicos artificiales, fertilizantes y pesticidas, quetienen efectos colaterales desconocidos y una gama también desconocida deconsecuencias sobre la tierra y la vida en todo <strong>el</strong> planeta). En muchos casoslas condiciones medioambientales locales han mejorado, mientras los problemasregionales y sobre todo los globales han sufrido un mayor deterioro.Por consiguiente, ahora la contradicción entre capital y naturaleza sobrepasalas herramientas tradicionales de gestión y acción. Hace años esto dependíade una combinación de fuerzas de mercado y d<strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> Estado para tratar4Arthur McEvoy, The Fisherman’s Problem. Ecology and Law in the California Fisheries, 1850-1980, Cambridge, Cambridge University Press, 1990.

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