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Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

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280 | <strong>Diecisiete</strong> <strong>contradicciones</strong> y <strong>el</strong> <strong>fin</strong> d<strong>el</strong> <strong>capitalismo</strong>[...] Desde <strong>el</strong> punto de vista de los individuos, la violencia desintoxica.Desembaraza al colonizado de su complejo de inferioridad, desus actitudes contemplativas o desesperadas. Lo hace intrépido, lorehabilita ante sus propios ojos. Incluso si la lucha armada ha sidosimbólica y se ha desmovilizado por una descolonización rápida, <strong>el</strong>pueblo tiene <strong>el</strong> tiempo de convencerse de que la liberación ha sidoalgo de todos y de cada uno 9 .Pero lo verdaderamente impresionante de Los condenados de la tierra, y desd<strong>el</strong>uego hace saltar las lágrimas al leerlo en profundidad y lo convierte en algo tanpunzantemente humano, es la segunda parte d<strong>el</strong> libro, que está dedicada a lasdevastadoras descripciones de los traumas psíquicos de los que, en ambos bandos,se vieron forzados por las circunstancias a participar en la violencia de lalucha de liberación. Ahora sabemos mucho más d<strong>el</strong> daño psíquico sufrido porlos soldados estadounidenses y por otros que participaron en acciones militaresen Vietnam, Afganistán e Iraq, y d<strong>el</strong> terrible flag<strong>el</strong>o causado en sus vidas a raízde los problemas provocados por <strong>el</strong> estrés postraumático. Esto es lo que Fanondescribió con tanta compasión en medio de la lucha revolucionaria contra <strong>el</strong>sistema colonial en Arg<strong>el</strong>ia. Tras la descolonización queda una tarea inmensapor hacer, no sólo para curar las mentes de las almas dañadas, sino tambiénpara mitigar lo que Fanon señaló claramente como los p<strong>el</strong>igros de los efectospersistentes (incluso la replicación) de los modos coloniales de pensamiento yde forma de ser. «El sujeto colonizado lucha para acabar con la dominación.Pero debe también asegurarse de que todas las falsedades imbuidas por <strong>el</strong> opresorsean <strong>el</strong>iminadas. En un régimen colonial, como <strong>el</strong> de Arg<strong>el</strong>ia, las ideasdivulgadas por <strong>el</strong> colonialismo impactaron no sólo en la minoría europea sinotambién en los arg<strong>el</strong>inos. La liberación completa involucra a todas las facetasde la personalidad [...]. La independencia no es un ritual mágico, sino la condiciónindispensable para que los hombres y las mujeres vivan una liberaciónverdadera, en otras palabras que dominen todos los recursos materiales necesariospara una transformación radical de la sociedad» 10 .No planteo la cuestión de la violencia aquí, como tampoco hizo Fanon,porque yo esté o él estuviera a favor de su uso. El la destacó porque la lógicade las situaciones humanas se deteriora a menudo hasta un punto en <strong>el</strong> queno cabe otra opción. Incluso Gandhi lo reconoció. Pero la opción tienepotencialmente consecuencias p<strong>el</strong>igrosas. El humanismo revolucionariotiene que ofrecer algún tipo de respuesta filosófica ante esta dificultad,algún alivio ante la presencia de las tragedias incipientes. Aunque latarea humanista fundamental pueda ser, tal como observó Esquilo hace2500 años, «domar la ferocidad d<strong>el</strong> hombre y hacer agradable la vida deeste mundo», esto no puede llevarse a cabo sin enfrentarse y solventar la9Ibid., p. 51.10Ibid., p. 144.

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