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Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

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Contradicción 9. Divisiones d<strong>el</strong> trabajo | 123trabajadores, aunque los sindicatos se esfuercen por ir más allá de los interesesde sus propios miembros.La dinámica histórica de la lucha de clases en <strong>el</strong> <strong>capitalismo</strong> comototalidad con respecto a las cualificaciones, su especificación y su niv<strong>el</strong> deremuneración es una de las más importantes y todavía está por escribirdesde una perspectiva crítica. Las siguientes observaciones no pasan portanto de ser meros pr<strong>el</strong>iminares.Cuando <strong>el</strong> capital entró en escena como forma de acumulación primordialy ya no ocasional y juzgó necesario tener <strong>el</strong> control de los procesosde trabajo en la producción industrial, encontró a mano una división d<strong>el</strong>trabajo y una estructura de cualificaciones profundamente enraizada enlos oficios d<strong>el</strong> trabajo artesanal. «Carnicero, panadero o cand<strong>el</strong>ero» eranocupaciones en las que los trabajadores podían cultivar sus habilidades ytratar de asegurar su posición social futura. En las primeras décadas d<strong>el</strong><strong>capitalismo</strong>, la mayoría de la población europea se dedicaba a la agricultura(como campesinado con o sin tierras) o a los servicios (sobre todosirvientes domésticos y lacayos) para los monarcas, la aristocracia terratenientey los comerciantes capitalistas, tareas que exigían un tipo especial dehabilidades interpersonales, domésticas y sociopolíticas. El trabajo artesanalen las ciudades abarcaba toda una variedad de oficios que solían estarregulados por los correspondientes gremios y por <strong>el</strong> sistema de aprendizajemediante <strong>el</strong> que éstos ejercían un poder monopolista sobre <strong>el</strong> acceso auna destreza, garantizando una experiencia técnica específica. Los carpinterosaprendían a utilizar sus herramientas y lo mismo sucedía con losjoyeros, r<strong>el</strong>ojeros, herreros, tejedores, zapateros, fabricantes de armas, etc.Mediante la organización corporativa de los gremios, distintos grupos detrabajadores podían asegurarse y mantener cierto estatus en la escala socialy un niv<strong>el</strong> de remuneración más alto por su trabajo.El capital tuvo que batallar con ese poder monopolístico de la manode obra sobre sus condiciones de producción y su proceso de trabajo, y lohizo en dos frentes. En primer lugar, asentó gradualmente su propio podermonopolístico en r<strong>el</strong>ación con la propiedad privada sobre los medios deproducción, privando así a los trabajadores de los medios para reproducirsefuera de la supervisión y control d<strong>el</strong> capital. El capitalista podía entoncesreunir bajo su dirección a muchos artesanos de oficios diferentes enun proceso de trabajo colectivo para producir cualquier cosa, desde clavosa máquinas de vapor y locomotoras. Aunque la estrecha base técnica yla correspondiente cualificación de las tareas individuales no cambiaronmucho, la organización de la producción mediante la cooperación y ladivisión d<strong>el</strong> trabajo ensamblando las diferentes tareas permitió obtenernotables aumentos de eficiencia y productividad. La rápida caída de los

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