Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo
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Contradicción 13. Reproducción social | 191ejerce todavía su influencia dominante 8 . La mercantilización de la vidacotidiana y de la reproducción social han creado a gran v<strong>el</strong>ocidad un espaciomuy complejo para la lucha anticapitalista.La esfera de la reproducción social se ha convertido casi en todas partesen foco de actividades capitalistas muy intrusivas. Los tentáculos d<strong>el</strong>Estado y la influencia y <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> capital proliferan ahora de mil formasdiferentes en <strong>el</strong> seno de la esfera de la reproducción social en casi todo <strong>el</strong>mundo. Cierto es que no todas esas intervenciones son perniciosas. Enmuchos lugares d<strong>el</strong> mundo es en la reproducción social donde se manifiestamás descarnadamente la opresión y violencia contra las mujeres,donde se les niega la igualdad de oportunidades en la educación, dondeabunda la violencia y <strong>el</strong> abuso de los niños, donde la intolerancia alimenta<strong>el</strong> desprecio hacia los demás, donde los trabajadores descargan su propiaexperiencia amarga de violencia y opresión en <strong>el</strong> proceso de trabajo contralos demás miembros d<strong>el</strong> hogar, donde <strong>el</strong> alcohol y las drogas se cobransu peaje. Por eso se hace tan necesario un mínimo de regulación social, eincluso de intervencionismo d<strong>el</strong> Estado, en <strong>el</strong> mundo de la reproducciónsocial, aunque eso pueda dar lugar a un encuadramiento burocrático d<strong>el</strong>a vida cotidiana y de la reproducción social que deje muy poco espaciopara un desarrollo autónomo. Además, la profunda inserción material detodos los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo enla red de la vida social y biológica ha dado lugar a un mundo en <strong>el</strong> que sehace cada vez más evidente tanto la contradicción entre un excesivo consumismode los hogares potencialmente alienante y <strong>el</strong> consumo necesariopara una reproducción social adecuada, como la contradicción existenteentre la reproducción social de la fuerza de trabajo y la reproducción d<strong>el</strong>capital. ¿Qué proporción de la reproducción social contemporánea, enEstados Unidos por ejemplo, se dedica a acostumbrar a tanta gente comosea posible al insano arte d<strong>el</strong> consumo desenfrenado y de las <strong>fin</strong>anzas especulativasen lugar de formarla para ser buenos y cualificados trabajadores?Lo que Randy Martin llama «<strong>fin</strong>anciarización de la vida cotidiana» seha convertido durante la última generación en una intromisión descaradaen la reproducción social 9 . Si preguntamos algo <strong>el</strong>emental como ¿en quéproporción está la reproducción social <strong>fin</strong>anciada mediante la deuda y cuálesson las consecuencias de este hecho?, las respuestas son asombrosas: enmuchos países d<strong>el</strong> mundo los prestamistas usureros han sido siempre unafigura destacada, y siguen siéndolo a día de hoy. En gran parte de India lareproducción social se efectúa a la sombra d<strong>el</strong> poder acechante d<strong>el</strong> usurero.Esa situación no se ha visto aliviada por la irrupción de las instituciones de8Fernand Braud<strong>el</strong>, Capitalism and Material Life, 1400–1800, Londres, Weidenf<strong>el</strong>d & Nicolson,1973 [ed. cast.: Civilización material, economía y <strong>capitalismo</strong>, s. XV-XVIII, Madrid, Alianza, 1984].9Randy Martin, Financialization of Daily Life, Philad<strong>el</strong>phia, Temple University Press, 2002.