13.07.2015 Views

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

Leer-Diecisiete-contradicciones-y-el-fin-del-capitalismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Contradicción 3. La propiedad privada y <strong>el</strong> Estado capitalista | 59Esto pone de r<strong>el</strong>ieve una r<strong>el</strong>ación clave entre Estado y dinero. Silvio Ges<strong>el</strong>lestá acertado a mi parecer cuando dice:El dinero necesita d<strong>el</strong> Estado, y sin él no es posible; de hecho se puededecir que la fundación d<strong>el</strong> Estado data de la introducción d<strong>el</strong> dinero.El dinero es <strong>el</strong> cemento más natural y más poderoso de las naciones[…]. El hecho de que <strong>el</strong> dinero sea indispensable y que tambiénlo sea su control por <strong>el</strong> Estado, le da a éste un poder ilimitado sobreaqu<strong>el</strong>. Expuesto a ese poder ilimitado, <strong>el</strong> respaldo metálico d<strong>el</strong> dineroes como polvo que se lleva <strong>el</strong> viento. El dinero está tan poco protegidopor <strong>el</strong> material-dinero frente al abuso d<strong>el</strong> poder estatal, como lo está laConstitución d<strong>el</strong> Estado frente a la usurpación arbitraria de poder por <strong>el</strong>pergamino sobre <strong>el</strong> que está escrita. Sólo <strong>el</strong> propio Estado, la voluntad d<strong>el</strong>os que ejercen <strong>el</strong> poder (autócratas o representantes) podrían protegeral dinero de falsificadores, estafadores y especuladores, siempre que <strong>el</strong>losmismos fueran capaces de usar resu<strong>el</strong>tamente su poder. Hasta <strong>el</strong> presentenunca han poseído plenamente, por desgracia, esa capacidad 1 .Sin embargo, Ges<strong>el</strong>l sugiere sorprendentemente que «la seguridad d<strong>el</strong> pap<strong>el</strong>moneda es mayor que la de la moneda metálica», dado que «<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> monedaestá garantizado por todos los intereses e ideales que unen al pueblo enun Estado. Su pap<strong>el</strong> moneda sólo puede desmoronarse con este último».El Estado, que acostumbra a de<strong>fin</strong>irse por su monopolio sobre <strong>el</strong> usolegítimo de la violencia, adquiere así otra función clave: debe tener <strong>el</strong>monopolio sobre <strong>el</strong> dinero y la moneda.A ese argumento se le pueden oponer dos matizaciones. En primerlugar, ese poder monopólico d<strong>el</strong> Estado es genérico y no particular. Elsistema monetario global es de carácter jerárquico y en él <strong>el</strong> dólar estadounidenseha funcionado como moneda de reserva d<strong>el</strong> mismo desde 1945 yEstados Unidos ha gozado de derechos de señoreaje (creación) exclusivosde esa moneda. Los poderes monetarios de otros Estados son más limitados,porque las deudas internacionales su<strong>el</strong>en estar denominadas en dólaresestadounidenses y tienen que ser pagadas en esa moneda. Un Estado particularno puede monetizar su deuda imprimiendo su propia moneda porque<strong>el</strong> efecto inmediato sería la devaluación de esa moneda local frente al dólarestadounidense. Hay otras monedas que también se pueden utilizar para<strong>el</strong> comercio global, como la libra esterlina (que era antes la moneda dereserva global), <strong>el</strong> euro y <strong>el</strong> yen y quizá dentro de poco <strong>el</strong> yuan chino;pero hasta ahora no han amenazado gravemente la situación privilegiadad<strong>el</strong> dólar estadounidense, y propuestas ocasionales de sustituir este poruna canasta de monedas (d<strong>el</strong> tipo originalmente propuesto por Keynesen Bretton Woods en 1944) han sido hasta ahora rechazadas por EstadosUnidos, ya que en la situación actual obtiene considerables beneficios de1Silvio Ges<strong>el</strong>l, The Natural Economic Order, 1916, cit., p. 81.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!