11.06.2013 Views

diagnostico_del_agua_en_las_americas

diagnostico_del_agua_en_las_americas

diagnostico_del_agua_en_las_americas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>en</strong> el <strong>en</strong>vejecimi<strong>en</strong>to de la infraestructura de <strong>agua</strong> y saneami<strong>en</strong>to<br />

que t<strong>en</strong>drá que ser reconstruida <strong>en</strong> gran parte <strong>en</strong> el<br />

siglo v<strong>en</strong>idero.<br />

A medida que el desarrollo económico continúa, la aparición<br />

de nuevas sustancias químicas y sus residuos probablem<strong>en</strong>te<br />

se acelere. Tales químicos se desarrollan para<br />

fines específicos y frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te proporcionan grandes<br />

b<strong>en</strong>eficios a la sociedad. Sin embargo, al mom<strong>en</strong>to de ser<br />

introducidos, su comportami<strong>en</strong>to y destino <strong>en</strong> el medio<br />

ambi<strong>en</strong>te se desconoc<strong>en</strong>.<br />

Existe una prop<strong>en</strong>sión clara a que <strong>las</strong> fu<strong>en</strong>tes de <strong>agua</strong><br />

cruda sean contaminadas no sólo con sustancias químicas<br />

nuevas, sino con químicos que han sido muy utilizados <strong>en</strong><br />

el pasado y que quizás no fueron desechados adecuadam<strong>en</strong>te.<br />

Así, por ejemplo, químicos, como residuos de pesticidas<br />

y herbicidas, han aparecido <strong>en</strong> el <strong>agua</strong> subterránea<br />

algunas décadas después de que com<strong>en</strong>zó su uso. En los<br />

últimos años, una sustancia utilizada <strong>en</strong> la manufactura<br />

de municiones, combustibles para cohetes y pirotecnia<br />

ha aparecido <strong>en</strong> el <strong>agua</strong> subterránea de California. Dicha<br />

sustancia se sospecha que es un carcinóg<strong>en</strong>o humano y<br />

se sabe que interfiere con la producción de la hormona<br />

tiroidea humana. Éstos no son ejemplos aislados. Químicos<br />

de todo tipo —nuevos y viejos— han aparecido y<br />

seguirán apareci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> el <strong>agua</strong> subterránea y superficial<br />

de la nación. Los métodos para detectar dichos químicos<br />

<strong>en</strong> el medio ambi<strong>en</strong>te de forma temprana y desarrollar<br />

tecnología para tratar y retirar<strong>las</strong> de <strong>las</strong> fu<strong>en</strong>tes de <strong>agua</strong><br />

potable serán muy necesarios. Idealm<strong>en</strong>te, sería deseable<br />

continuar el desarrollo de protocolos de detección que<br />

permitan una evaluación temprana <strong>del</strong> probable comportami<strong>en</strong>to<br />

de estos químicos <strong>en</strong> el ambi<strong>en</strong>te y caracterizar<br />

la posibilidad de contaminación.<br />

La segunda am<strong>en</strong>aza a la integridad <strong>del</strong> suministro de <strong>agua</strong><br />

potable nacional es el <strong>en</strong>vejecimi<strong>en</strong>to de la infraestructura.<br />

En <strong>las</strong> próximas décadas habrá fal<strong>las</strong> <strong>en</strong> los sistemas urbanos<br />

de distribución, algunos de los cuales ti<strong>en</strong><strong>en</strong> bastante<br />

más de 100 años de edad. Plantas de tratami<strong>en</strong>to de <strong>agua</strong><br />

se t<strong>en</strong>drán que reemplazar, y t<strong>en</strong>drán que ser diseñadas<br />

de manera que permitan la adaptación a nuevos retos de<br />

mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de calidad <strong>del</strong> <strong>agua</strong>. Ni siquiera está claro<br />

si simplem<strong>en</strong>te reemplazar los sistemas exist<strong>en</strong>tes ti<strong>en</strong>e<br />

s<strong>en</strong>tido. La necesidad de reemplazar los sistemas de distribución<br />

que están debajo de mil<strong>las</strong> de áreas urbanas pavim<strong>en</strong>tadas<br />

apunta a la importancia de considerar sistemas<br />

más desc<strong>en</strong>tralizados que d<strong>en</strong> servicio a comunidades bi<strong>en</strong><br />

definidas o incluso hogares individuales. También existe el<br />

asunto verdaderam<strong>en</strong>te apremiante de cómo se financiará<br />

LOS RECURSOS HÍDRICOS DE LOS ESTADOS UNIDOS<br />

el reemplazo de dichos sistemas. Los cálculos iniciales de<br />

los costos totales son <strong>en</strong>ormes.<br />

¿Se puede lograr una política hídrica efectiva?<br />

Existe gran cantidad de evid<strong>en</strong>cia de que <strong>las</strong> políticas hídricas<br />

federales son inefectivas o parcialm<strong>en</strong>te efectivas.<br />

Así, por ejemplo, muchas hectáreas de humedales se han<br />

perdido al desarrollo a lo largo de los años a pesar de que<br />

son <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te productivos desde el punto de vista<br />

biológico y proporcionan todo tipo de servicios ambi<strong>en</strong>tales.<br />

En 1990, el gobierno federal promulgó una política<br />

que estipulaba que no habría pérdida neta de humedales.<br />

Requería la mitigación <strong>en</strong> aquellos lugares donde éstos<br />

fueran destruidos o modificados. La evid<strong>en</strong>cia muestra<br />

que a pesar <strong>del</strong> requisito de restituir más de una hectárea<br />

de humedales por cada hectárea destruida, sólo el 70% de<br />

la superficie requerida fue realm<strong>en</strong>te restaurada o creada<br />

(National Research Council, 2001). Además, muchos de los<br />

esfuerzos de mitigación no fueron monitoreados y hubo<br />

cumplimi<strong>en</strong>to completo <strong>en</strong> sólo cerca de la mitad de los<br />

permisos otorgados. Esto se atribuye <strong>en</strong> parte a la falta<br />

de información ci<strong>en</strong>tífica adecuada <strong>en</strong> la cual basar los esfuerzos<br />

de mitigación. Específicam<strong>en</strong>te, la ecología de la<br />

restauración actualm<strong>en</strong>te no se compr<strong>en</strong>de lo sufici<strong>en</strong>te<br />

como para permitir que continú<strong>en</strong> dichos esfuerzos.<br />

Existe un número de áreas <strong>en</strong> <strong>las</strong> que se dificulta la elaboración<br />

de políticas por la falta de información ci<strong>en</strong>tífica<br />

adecuada. Éstas incluy<strong>en</strong>: a) El tratami<strong>en</strong>to de <strong>las</strong> fu<strong>en</strong>tes<br />

de <strong>agua</strong> potable. Las políticas necesarias para regularizar<br />

de <strong>agua</strong> potable requerirán conocimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos adicionales<br />

sobre el destino y transporte de nuevas sustancias<br />

químicas <strong>en</strong> el medio ambi<strong>en</strong>te, así como información<br />

sobre la efectividad de tecnologías nuevas y exist<strong>en</strong>tes<br />

de tratami<strong>en</strong>to para retirar contaminantes dañinos y pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te<br />

dañinos. b) El uso <strong>del</strong> <strong>agua</strong> <strong>en</strong> la agricultura.<br />

La agricultura es el mayor consumidor de <strong>agua</strong> y es vista<br />

por muchas personas como proveedor de último recurso<br />

para apoyar nuevos usos con alto valor. Sin embargo, la<br />

demanda de productos agríco<strong>las</strong> seguirá creci<strong>en</strong>do conforme<br />

crezca la población mundial. Además, la gestión <strong>del</strong><br />

<strong>agua</strong> para la agricultura contribuye a la contaminación<br />

<strong>del</strong> <strong>agua</strong> subterránea y superficial, así como a la erosión<br />

de algunos suelos. Ha sido muy difícil regular efectivam<strong>en</strong>te<br />

estas fu<strong>en</strong>tes no puntuales de contaminación. c) El<br />

mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to y conservación de los hábitats acuáticos.<br />

Existe conocimi<strong>en</strong>to insufici<strong>en</strong>te sobre la cantidad de <strong>agua</strong><br />

necesaria para sost<strong>en</strong>er hábitats acuáticos. Tampoco hay<br />

sufici<strong>en</strong>te conocimi<strong>en</strong>to sobre la relación <strong>en</strong>tre hábitats<br />

acuáticos y terrestres. Sin un conocimi<strong>en</strong>to más profundo<br />

<strong>en</strong> estas áreas, será difícil idear políticas capaces de prote-<br />

DR FCCyT ISBN: 978-607-9217-04-4<br />

277

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!