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310 Steven D. Waldman<br />
Tabla 1<br />
Los “qué hacer” y “qué no hacer” en el bloqueo diagnóstico nervioso.<br />
Analizar la información obtenida de los bloqueos diagnósticos nerviosos en el contexto del historial del paciente y las<br />
pruebas físicas, de laboratorio, neurofisiológicas y radiográficas.<br />
No tener confianza excesiva en la información obtenida de los bloqueos diagnósticos nerviosos.<br />
Ver la información contradictoria obtenida de los bloqueos diagnósticos nerviosos con escepticismo.<br />
No confiar en la información obtenida del bloqueo diagnóstico nervioso como única justificación para continuar con<br />
los tratamientos invasivos.<br />
Considerar la posibilidad de limitaciones técnicas que restrinjan la capacidad de realizar un bloqueo diagnóstico<br />
nervioso preciso.<br />
Considerar la posibilidad de variaciones anatómicas del paciente que puedan influir en los resultados.<br />
Considerar la presencia de dolor incidental cuando se analizan los resultados de los bloqueos diagnósticos nerviosos.<br />
No realizar bloqueos de diagnóstico en pacientes que actualmente no tienen el dolor que está tratando de diagnosticar.<br />
Considerar los factores de comportamiento que pueden influir en los de los bloqueos diagnósticos nerviosos.<br />
Considerar que los pacientes pueden premedicarse a sí mismos antes de los bloqueos diagnósticos nerviosos.<br />
perfectamente realizado no está exento de limitaciones.<br />
La tabla 1 proporciona al lector una lista de cosas que<br />
hacer y qué no hacer cuando se realiza y se interpreta el<br />
bloqueo diagnóstico nervioso.<br />
En primer lugar, el médico debe utilizar la información<br />
obtenida de los bloqueos diagnósticos nerviosos<br />
con precaución y sólo como una arte de la evaluación<br />
diagnóstica global del paciente con dolor. Los resultados<br />
de un bloqueo diagnóstico nervioso que contradice<br />
la impresión clínica que se ha formado el especialista en<br />
manejo del dolor, como resultado de la interpretación<br />
de un historial específico y el examen físico y la consideración<br />
de la confirmación disponible del laboratorio<br />
radiográfico, neurofisiológico y las pruebas radiográficas<br />
deben ser vistos con gran escepticismo. Tales resultados<br />
dispares, cuando se utiliza el bloqueo nervioso a manera<br />
de pronóstico, nunca deben constituir la única base<br />
para seguir adelante con los procedimientos quirúrgicos<br />
invasivos ó neurodestructivos, que en esta situación<br />
tienen poca o ninguna esperanza de ayudar a aliviar el<br />
dolor del paciente.<br />
Además de las advertencias anteriores, debe<br />
reconocerse que la utilidad clínica del bloqueo diagnóstico<br />
nervioso puede ser afectada por limitaciones<br />
técnicas. En general la fiabilidad de los datos obtenidos<br />
del bloqueo diagnóstico nervioso es directamente proporcional<br />
con la familiaridad que tenga el médico con<br />
la anatomía funcional del área en que se encuentra el<br />
bloqueo nervioso y la experiencia del médico en la aplicación<br />
de bloqueos que se están intentando. Aún en las<br />
mejores manos, algunos bloqueos nerviosos son técnicamente<br />
más exigentes que otros, lo que incrementa la<br />
probabilidad de un resultado alejado de la perfección.<br />
Además, la proximidad de otras estructuras<br />
neuronales al nervio, ganglio ó plexo que está siendo<br />
bloqueado puede llevar a un bloqueo inadvertido y a<br />
menudo a un bloqueo no reconocido de los nervios<br />
adyacentes, invalidando los resultados que el médico<br />
observa, p. ej., la proximidad de las raíces nerviosas cervicales<br />
inferiores, el nervio frénico y el plexo braquial al<br />
ganglio estrellado. También debe recordarse que la posibilidad<br />
de anormalidad anatómica no detectada siempre<br />
existe, lo que puede confundir aún más los resultados<br />
del bloqueo diagnóstico nervioso, p. ej., las raíces nerviosas<br />
conjuntas, la anastomosis de Martin Gruber (una<br />
conexión del nervio mediano al cubital) etc.<br />
Dado que cada experiencia del dolor es única<br />
para cada paciente y el médico realmente no tiene forma<br />
de cuantificarlo, debe tenerse especial cuidado para<br />
asegurarse de que todos los involucrados estén en la<br />
misma línea con respecto al dolor que el bloqueo diagnóstico<br />
pretende determinar. Muchos pacientes tienen<br />
más de un tipo de dolor. Un paciente puede tener tanto<br />
dolor radicular como dolor de neuropatía diabética. Un<br />
bloqueo diagnóstico puede aliviar una fuente de dolor<br />
del paciente dejando a la otra sin tocar.<br />
Además, si el paciente tiene dolor incidental, p.<br />
ej., al caminar ó sentarse, el rendimiento de un bloqueo<br />
diagnóstico en un entorno que no sea uno que provocará<br />
el dolor incidental es de escaso ó nulo valor. Esto a<br />
menudo significa que el médico debe adaptar el tipo de<br />
bloqueo nervioso que realiza para permitir al paciente<br />
sea capaz de realizar con seguridad la actividad que incita<br />
al dolor. Finalmente, un bloqueo diagnóstico nervioso<br />
nunca debe realizarse si el paciente no tiene el dolor<br />
ó si el bloqueo no es capaz de provocar el dolor que el