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Historial y evaluación del dolor 69<br />

del cuerpo humano (al menos el frente y el dorso) (ver<br />

apéndice 1 para un ejemplo de diagrama del cuerpo),<br />

solicitando que indique el área primaria del dolor y<br />

múltiple (si es el caso) y demostrar la dirección de cualquier<br />

dolor radiado.<br />

Quinto, pueden emplearse escalas de dolor (de<br />

complejidad y rigor metodológico variables) para determinar<br />

la severidad del dolor expresado (ver ejemplos<br />

más adelante).<br />

Sexto, mientras es importante manejar el dolor<br />

del individuo tan pronto como sea posible (p. ej., no es<br />

obligatorio esperar por un diagnóstico), en el proceso<br />

de evaluación el proveedor de cuidados de salud debe<br />

además diagnosticar la causa de ese dolor y tratarlo si<br />

es posible, además de garantizar una resolución a largo<br />

plazo para el problema de dolor presente.<br />

¿Cuánto tiempo debe tomar<br />

una evaluación?<br />

El tiempo que se necesita para una evaluación puede<br />

variar dependiendo de los pacientes en lo particular,<br />

sus problemas existentes y las demandas específicas<br />

de tiempo clínico. Por ejemplo, el paciente puede<br />

estar con un dolor tan severo que le impida dar cualquier<br />

información relevante para iniciar un historial<br />

comprensivo del dolor. De la misma forma, habrá<br />

ocasiones cuando la evaluación tiene que ser relativamente<br />

breve (investigando la intensidad, calidad y<br />

localización del dolor) para que el, tan urgentemente<br />

requerido, manejo efectivo del dolor pueda proporcionarse<br />

rápidamente.<br />

También es importante recordar que, en términos<br />

generales, es la calidad de la evaluación del dolor la<br />

que resulta en un manejo efectivo del dolor, más que la<br />

cantidad de tiempo que se destina a ello.<br />

¿Es la evaluación del dolor distinta<br />

con los menores y jóvenes?<br />

La respuesta a esta pregunta es ambivalente. Por una<br />

parte, no, no hay diferencia ya que, a pesar de la falsa<br />

creencia de que los niños no experimentan dolor<br />

debido a sus sistemas neurológicos aún no desarrollados,<br />

efectivamente los niños sienten dolor. Consecuentemente,<br />

un proceso efectivo de evaluación del<br />

dolor es importante tanto para los niños como para<br />

los adultos.<br />

Por otra parte, sí, hay diferencia, porque la expresión<br />

y detección del dolor en los niños puede ser<br />

más desafiante que la de los adultos.<br />

¿Existe un proceso de evaluación<br />

específico para niños y jóvenes?<br />

Los puntos específicos para valorar el dolor en niños<br />

han dado lugar al enfoque “QUESTT” (Question, Use,<br />

Evaluate, Secure, Take, Take.):<br />

Preguntar al niño, si ya es verbal, y al padre ó tutor en<br />

ambos casos, ya sea el niño verbal o no.<br />

Usar escalas de evaluación del dolor si es apropiado.<br />

Evaluar los cambios del comportamiento y psicológicos.<br />

Asegurar el involucramiento de los padres.<br />

Tomar en cuenta la causa del dolor.<br />

Tomar acción y evaluar los resultados (Baker and Wong<br />

1987).<br />

¿Cuáles son los retos para<br />

la evaluación del dolor con<br />

los jóvenes?<br />

El término “jóvenes” se refiere a niños con edades y<br />

desarrollo cognitivo variable: neonatos (0-1 mes); infantes<br />

(1 mes a 1 año); bebés (1–2 años); preescolares<br />

(3–5 años); niños en edad escolar (6–12 años); y adolescentes<br />

(13–18 años). Los niños en cada etapa de su<br />

desarrollo tienen distintos retos para una evaluación<br />

del dolor efectiva.<br />

Neonatos (0–1 mes)<br />

En esta edad, la observación del comportamiento es la<br />

única forma de valorar a un niño. La observación puede<br />

ser conducida con el involucramiento de los padres<br />

ó tutores, quienes pueden darse cuenta de patrones de<br />

conducta “normales” y “anormales” (p. ej., si el niño está<br />

ó no tenso ó relajado). Es importante para todos los niños,<br />

que el proveedor de cuidados de salud cumpla los<br />

lineamientos en materia de ética acerca de la presencia<br />

de uno de los padres ó tutores en el proceso de evaluación<br />

y cualquier tema asociado (p. ej., el consentimiento<br />

informado). Adicionalmente, debe recordarse que el<br />

comportamiento no es necesariamente un indicador<br />

efectivo del nivel de dolor del paciente y que la ausencia<br />

de respuestas de comportamiento (p. ej., expresiones<br />

faciales como llanto y movimientos que indiquen incomodidad)<br />

no implican ausencia de dolor.

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