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Diagnóstico y pronóstico en los bloqueos nerviosos 311<br />
especialista en manejo de éste trata de diagnosticar ya<br />
que no habrá nada para cuantificar.<br />
La precisión del bloqueo diagnóstico nervioso<br />
puede mejorarse mediante la evaluación de la duración<br />
del alivio del nervio con relación a la duración farmacológica<br />
esperada del agente que se utiliza para bloquear<br />
el dolor. Si hay discordancia entre la duración del<br />
alivio del dolor respecto de la duración de la anestesia<br />
local ó del opiáceo que se está utilizando, debe tenerse<br />
extrema precaución antes de confiar únicamente en los<br />
resultados de ese bloqueo diagnóstico nervioso. Esta<br />
discordancia puede deberse a deficiencias técnicas en la<br />
realización del bloqueo, variaciones anatómicas y, más<br />
comúnmente, a los componentes de comportamiento<br />
del dolor del paciente.<br />
Finalmente, debe recordarse que el dolor y la<br />
ansiedad causados por el bloqueo diagnóstico nervioso<br />
en sí pueden confundir los resultados de un bloqueo<br />
técnicamente perfecto. El médico debe estar alerta al<br />
hecho de que muchos pacientes con dolor pueden premedicarse<br />
a sí mismos con alcohol u opiáceos debido<br />
al temor a los procedimientos dolorosos. Esta situación<br />
también tiene el potencial de confundir los resultados<br />
observados. Obviamente, el uso de sedación<br />
ó ansiolisis antes de la realización del bloqueo diagnóstico<br />
nervioso empañará aún más las mismas cuestiones<br />
que el bloqueo nervioso, de hecho, se supone<br />
que aclarará.<br />
¿Cuáles son los bloqueos<br />
nerviosos diagnósticos específicos<br />
importantes y útiles?<br />
Los primeros propulsores de la anestesia regional<br />
como Labat y Pitkin (3) creían que era posible bloquear<br />
casi cualquier nervio del cuerpo. A pesar de<br />
las muchas limitaciones técnicas a las que se enfrentaron<br />
estos pioneros, estos médicos perseveraron. Así<br />
lo hicieron, no solo porque creían en la utilidad clínica<br />
y seguridad de los bloqueos nerviosos regionales,<br />
sino porque las alternativas disponibles para hacer a<br />
un paciente insensible al dolor quirúrgico en su tiempo<br />
eran mucho menos atractivas. La introducción del<br />
relajante muscular “curare” en 1942 por el Dr. Harold<br />
Griffith cambió este panorama (2) y en un tiempo<br />
relativamente corto, la anestesia regional fue relegada<br />
a la historia de la medicina, con el resto de sus defensores<br />
vistos en el mejor de los casos como excéntricos.<br />
Tabla 2<br />
Bloqueos diagnósticos nerviosos comunes<br />
Bloqueos neuroaxiales: epidural, subaracnoideo<br />
Bloqueos de nervios periféricos: occipital mayor y menor, del<br />
trigémino, plexo braquial, mediano, radial y cubital, intercostal,<br />
selectivo de raíz nerviosa, ciático<br />
Bloqueos nerviosos intra-articulares: faceta<br />
Bloqueos nerviosos simpáticos: ganglio estrellado, plexo celíaco,<br />
lumbar, plexo hipogástrico y ganglio impar<br />
Así como las técnicas de embalsamamiento egipcio<br />
se perdieron para el hombre moderno, muchas técnicas<br />
de anestesia regional que eran de uso común se<br />
perdieron para los actuales especialistas en manejo del<br />
dolor. Lo que nos queda son los procedimientos que<br />
han resistido la prueba del tiempo para la anestesia<br />
quirúrgica. En su mayor parte, estos fueron los bloqueos<br />
nerviosos que no fueron muy requeridos desde un<br />
punto de visto técnico y eran razonablemente seguros<br />
de realizar. Muchas de estas técnicas también tienen<br />
utilidad clínica como bloqueos diagnósticos nerviosos.<br />
Estas técnicas se resumen en la tabla 2. Los bloqueos<br />
nerviosos diagnósticos más comúnmente utilizados se<br />
describen a continuación.<br />
Bloqueos nerviosos diagnósticos neuroaxiales<br />
Los bloqueos diferenciales espinales y epidurales han<br />
ganado cierta popularidad como ayuda en el diagnóstico<br />
del dolor. Popularizados por Winnie (9) los bloqueos<br />
diferenciales espinales y epidurales tienen como base la<br />
sensibilidad variable de las fibras simpáticas y somáticas<br />
sensitivas y motoras para bloquear por anestésicos locales.<br />
No obstante, estas técnicas están sujetas a algunas<br />
dificultades técnicas serias que limitan la confiabilidad<br />
de la información obtenida. Estas incluyen:<br />
1) La incapacidad para medir con precisión el<br />
alcance en que cada tipo de fibra nerviosa es bloqueada;<br />
2) La posibilidad de que más de un tipo de fibra<br />
nerviosa sea simultáneamente bloqueada llevando al<br />
médico atribuir el dolor del paciente a la estructura neurológica<br />
equivocada.<br />
3) La imposibilidad de “cegar” al paciente a la<br />
sensación de calor asociada con el bloqueo simpático así<br />
como la insensibilidad y debilidad que acompaña al bloqueo<br />
de las fibras somáticas sensoriales y motoras;<br />
4) El hecho de que en la práctica clínica, la construcción<br />
de linealidad temporal, que sostiene que entre<br />
más fibras simpáticas “sensibles” sean bloqueadas primero,<br />
seguidas por las fibras somáticas sensoriales menos