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378 Barbara Schlisio<br />

Neurolépticos<br />

Los neurolépticos son medicamentos psicoactivos que<br />

se utilizan comúnmente para tratar episodios psicóticos<br />

y náusea. Los pacientes con cáncer avanzado a menudo<br />

sufren de delirio. No hay que subestimar la angustia para<br />

el paciente y su familia por la presencia del delirio. Trate<br />

de identificar la razón del delirio. La mayoría de las veces<br />

es el primer signo de infección, insuficiencia renal, deshidratación<br />

ó desequilibrio electrolítico. En casos raros,<br />

también puede ser un efecto secundario de la terapia con<br />

opioides (en cuyo caso, la rotación de opioides solucionará<br />

el problema). Siempre identifique y trate la causa<br />

subyacente además de dar tratamiento sintomático con<br />

neurolépticos (ajuste en incrementos de 2.5 mg. para realizar<br />

con haloperidol con una dosis diaria “normal” de<br />

2.5 a 5 mg. t.i.d.). En pacientes con cáncer avanzado, el<br />

delirio también puede ser una señal de alcanzar la etapa<br />

terminal (“desorientación terminal”). Incluso en la fase<br />

final de la enfermedad, el delirio debe ser tratado para<br />

reducir la tensión del paciente y la familia.<br />

Los neurolépticos (como las benzodiazepinas)<br />

no tienen eficacia analgésica y por lo tanto no deben ser<br />

utilizados para la indicación de dolor. El dolor necesita<br />

analgésicos y no sedación, a excepción de la sedación<br />

terminal, cuando todas las alternativas disponibles para<br />

el control de dolor fallan.<br />

Tenga en cuenta también que los neurolépticos<br />

son potentes bloqueadores de los receptores D 2<br />

en las<br />

vías de la dopamina en el cerebro. Por lo tanto, tienen<br />

efectos directos en la náusea inducida por opioides y<br />

son antieméticos muy valiosos (una dosis de 0.5 a 1 mg.<br />

de haloperidol t.i.d. es suficiente para ese propósito y sin<br />

efectos psicomiméticos).<br />

Otros neurolépticos que pueden estar disponibles<br />

incluyen tioridazina (25 a 50 mg. al día), clorpromazina<br />

y levopromazina. Todos ellos tienen una<br />

baja potencia neuroléptica, pero un buen efecto sedante<br />

y por lo tanto se pueden usar como somníferos en pacientes<br />

con cáncer. Los nuevos neurolépticos “atípicos”,<br />

como la olanzapina ó la risperidona no son la primera<br />

opción para los pacientes con cáncer y se deben reservar<br />

para pacientes con trastornos psiquiátricos.<br />

Los antipsicóticos se asocian con una amplia<br />

gama de efectos secundarios. Las reacciones extrapiramidales<br />

incluyen distonia aguda, discinesia tardía y síntomas<br />

parecidos al Parkinson (rigidez y temblor) debido<br />

al bloqueo de los receptores de dopamina. También es<br />

posible que se presenten taquicardia, prolongación del<br />

intervalo QT, hipotensión, impotencia, letargo, convulsiones<br />

y pesadillas. Otro efecto secundario grave es el<br />

síndrome neuroléptico maligno. En este caso los centros<br />

de regulación de temperatura fallan, lo que resulta en<br />

una emergencia médica, ya que la temperatura del paciente<br />

aumenta de repente a niveles peligrosos. La mayoría<br />

de los efectos secundarios mencionados anteriormente<br />

por suerte son poco frecuentes y no de relevancia<br />

en el período final de la vida.<br />

Benzodiazepinas<br />

Las benzodiazepinas son un grupo de fármacos con diversas<br />

propiedades sedativas, ansiolíticas, anticonvulsivas<br />

y miorrelajantes. La principal indicación de estos<br />

fármacos en el manejo del dolor y la gestión de cuidados<br />

paliativos es el tratamiento de la ansiedad y la disnea<br />

intratable. No dude en prescribir estos fármacos para<br />

pacientes con enfermedades terminales, que sufren de<br />

ataques de pánico, disnea e insomnio. Las benzodiazepinas<br />

son muy beneficiosas en la atención paliativa.<br />

Las benzodiazepinas se unen en la interfase<br />

de las subunidades α y γ sobre el receptor del ácido<br />

γ-aminobutirico (GABA) receptor, el receptor inhibidor<br />

más prevalente dentro de todo el cerebro. Las propiedades<br />

anticonvulsivas de la benzodiazepinas pueden<br />

estar en parte ó en su totalidad debido a la unión a los<br />

canales de sodio dependientes de voltaje.<br />

Las benzodiazepinas son bien toleradas y seguras.<br />

Si usted desea tratar ataques de pánico, utilice las<br />

benzodiazepinas con vidas medias más cortas, como el<br />

lorazepam. El diazepam tiene una vida media larga, se<br />

puede administrar vía oral, intravenosa, intramuscular<br />

ó como un supositorio. La dosis es de entre 2 y 10 mg.<br />

como una dosis única ó dos veces al día. A veces es necesario<br />

aumentar la dosis ampliamente sin consecuencias<br />

negativas. El diazepam, en combinación con la morfina,<br />

es el fármaco de primera opción para la sedación paliativa.<br />

Para tratar la ansiedad en la enfermedad terminal,<br />

flunitrazepam por vía subcutánea una vez al día es una<br />

opción muy eficaz (normalmente en un rango de dosis<br />

entre 0.5 y 5 mg.).<br />

Durante el curso de la terapia con benzodiazepinas,<br />

por lo general se desarrolla tolerancia a los efectos<br />

sedativos, pero no a los efectos ansiolíticos. El diazepam<br />

no aumenta ó disminuye la actividad de la enzima hepática.<br />

No hay ninguna contraindicación real en el contexto<br />

paliativo si se usa con cuidado, se ajusta para causar<br />

efecto y se utiliza donde se indique.

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