NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />
ensayar primero experimentos y beneficiándose luego <strong>de</strong> los resultados o mejorando los mo<strong>de</strong>los; sin que<br />
ningún movimiento tuviera lugar en Su Ser; y sin que se encontrara obligado a ejecutar cuidadosamente<br />
un programa <strong>de</strong> línea <strong>de</strong> acción.<br />
(Hazrat Alí explicó a continuación brevemente el proceso <strong>de</strong> la creación.) Dios Todopo<strong>de</strong>roso<br />
<strong>de</strong>stinó las cosas (esto es la materia y la energía) a que se disolvieran en el tiempo. Or<strong>de</strong>nó y consolidó<br />
estos factores (materia, tiempo y espacio) <strong>de</strong> modo que se redujera la intensidad <strong>de</strong> sus diversas y<br />
opuestas propieda<strong>de</strong>s.<br />
Tan pronto como las cosas comenzaran a existir se le dieron propieda<strong>de</strong>s a cada una <strong>de</strong> ellas y un<br />
lugar en la naturaleza. Y en seguida <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> las cosas, se dio or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> expansión y<br />
extensión y justamente mientras las cosas estaban obe<strong>de</strong>ciendo esta or<strong>de</strong>n se le dio a cada una, una forma<br />
y un cuerpo.<br />
Por consiguiente, toda criatura (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los rayos cósmicos hasta las más complicadas formas <strong>de</strong> vida)<br />
y todo objeto tuvieron un lugar permanentemente fijado; se le asignó un lugar en la naturaleza que nadie<br />
pue<strong>de</strong> cambiar. En este or<strong>de</strong>namiento no hubo nada acci<strong>de</strong>ntal sino que todo tenia un lugar preestablecido<br />
y pre<strong>de</strong>stinado El en la naturaleza.<br />
Conocía todos los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> cada cosa antes <strong>de</strong> que las hiciera existir. Su Conocimiento cubría los<br />
efectos inmediatos y lejanos <strong>de</strong>l comenzar a existir, <strong>de</strong>l funcionamiento y la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> todo lo<br />
creado.<br />
Dios Todopo<strong>de</strong>roso asignó lugares en el espacio a estos objetos (y para conseguir este objetivo)<br />
(Primordial) comenzó a romper su continuidad y a dividirse en masas nebulosas; se or<strong>de</strong>nó al espacio que<br />
se extendiera y proveyera <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí espacio para estas masas nebulosas en expansión. Esta inmensa<br />
masa <strong>de</strong> fluido estaba arremolinándose, girando y agitándose en conglomerados extremadamente agitados<br />
y turbulentos, en ella se levantaban enormes olas (<strong>de</strong> una altura <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> km.) (la fuerza <strong>de</strong> la<br />
expansión espontánea actuaba como) el más po<strong>de</strong>roso y tempestuoso viento enrollándose, rodando,<br />
agitándose, moviéndose y arrebatando y forzando a esta masa unida hacia las más apartadas regiones <strong>de</strong>l<br />
espacio. En este punto la fuerza <strong>de</strong> la expansión recibió la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> volver hacia el sistema <strong>de</strong><br />
con<strong>de</strong>nsación. Todo este tiem po la enorme velocidad <strong>de</strong> la expansión fue mantenida bajo perfecto<br />
control. Para ello, El encerró todo el sistema <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> límites.<br />
En este punto. Dios todopo<strong>de</strong>roso hizo existir una tercera fuerza, parecida a un viento<br />
extremadamente fuerte. Evitó que el fluido se disipara aún más y lo hizo volver hacia atrás (hacia el<br />
centro <strong>de</strong> gravitación) y por consiguiente se produjeron tremendas turbulencias en su seno. Esta tercera<br />
fuerza comenzó a actuar sobre ello, creando nuevas oleadas y reflujos, como la cuajada <strong>de</strong> mantequilla.<br />
Este viento (la tercera fuerza) actuaba fuertemente <strong>de</strong> diversas maneras; volcó <strong>de</strong> tal modo todo el<br />
conjunto (<strong>de</strong> materias y energías) que todas sus partes estuvieron <strong>de</strong> modo igual y uniforme bajo su<br />
influencia hasta que el fluido tomó la forma <strong>de</strong> algo que se semejaba a la espuma, lo cual formó islas <strong>de</strong><br />
materia más <strong>de</strong>nsa en (El mar <strong>de</strong>) y polvo (estelar) más difuminados. (Cada espuma y reflujo fue una<br />
galaxia). De este modo el Señor creó siete cielos, uno encima <strong>de</strong>l otro; el conglomerado más bajo había<br />
<strong>de</strong> actuar como base o centro (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual la expansión se <strong>de</strong>sarrolló en todas las direcciones) con otros<br />
(conglomerados galácticos) semejando techos uno sobre el otro. <strong>Los</strong> cielos (galaxias) estaban (y están hoy<br />
todavía) flotando en el espacio sin ningún soporte, ocupando sus lugares sin ningún apoyo. A<br />
continuación permitió que cada una (galaxia) se adornara con sus soles o estrellas luminosas, con planetas<br />
que reflejaran la luz <strong>de</strong> los soles y con satélites (lunas); mientras que a cada uno <strong>de</strong> ellos (estrellas y<br />
satélites) le fue <strong>de</strong>cretado que rotaran en su órbita <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l seno <strong>de</strong> ese techo (galaxia) en constante<br />
121