NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />
Recordad que la muerte es una buscona tan rápida y voraz que no se abstiene <strong>de</strong> poner sus manos en<br />
cualquiera. Nadie se libra, ni quien intenta cerrar sus puertas ante ella ni quien intenta correr lejos <strong>de</strong> ella.<br />
Juro por Dios, que es el dueño <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> Abu Talib's (el propio Hazrat Alí) que siente que es<br />
más noble morir en el campo <strong>de</strong> batalla con cientos <strong>de</strong> heridas en mi cuerpo que morir en mi lecho <strong>de</strong><br />
muerte.<br />
DISCURSO 126-A<br />
(El siguiente pasaje está consi<strong>de</strong>rado por algunos como parte <strong>de</strong>l Discurso anterior y por otros como<br />
parte <strong>de</strong> algún otro Discurso.)<br />
Siento como si os estuviera mirando con ocasión <strong>de</strong> vuestra <strong>de</strong>rrota en un campo <strong>de</strong> batalla;<br />
rechináis como un montón <strong>de</strong> lagartos (que huyen ante la muerte). No tenéis ni la valentía <strong>de</strong> alzaros por<br />
vuestros <strong>de</strong>rechos, por la verdad y la justicia ni la caballerosidad <strong>de</strong> poner punto final a la crueldad y la<br />
opresión. Se os ha mostrado el camino <strong>de</strong> la salvación y sois libres <strong>de</strong> aceptarlo o rechazarlo. Uno que<br />
sigue el camino <strong>de</strong> Dios acepta la salvación y uno que vacila está con<strong>de</strong>nado.<br />
DISCURSO 127<br />
(Instrucciones a los soldados <strong>de</strong> cómo luchar, cómo avanzar y cómo comportarse en un campo <strong>de</strong><br />
batalla. Algunos comentaristas consi<strong>de</strong>ran esto como parte <strong>de</strong>l discurso 126, dado en un campo <strong>de</strong><br />
batalla.)<br />
A los que tienen armaduras se les ha <strong>de</strong> dar un lugar en las filas frontales y los que no tienen<br />
armaduras <strong>de</strong>ben estar en la retaguardia <strong>de</strong>l ejército.<br />
Sed firmes (no <strong>de</strong>jéis que el nerviosismo os haga claquetear los dientes) porque la firmeza y el<br />
coraje son los mejores escudos contra las espadas <strong>de</strong> vuestros enemigos. Agarrad firmemente vuestras<br />
lanzas porque una mano firme hace muy efectivo el movimiento <strong>de</strong> la lanza. No sobreestiméis la fortaleza<br />
y las armas <strong>de</strong> vuestro enemigo, porque la auténtica confianza en vuestro número y armas os dará el valor<br />
y disminuirá vuestro nerviosismo y os sentiréis mejor equipados para un combate. No gritéis (y <strong>de</strong> este<br />
modo perdáis vuestro aliento) porque mantener el aliento y el silencio os hará más <strong>de</strong>cididos y aumentará<br />
vuestra valentía. Tened particular cuidado con vuestros estandartes y ban<strong>de</strong>ras. No <strong>de</strong>jéis que las lleven<br />
personas no apropiadas. Que vuestros portaestandartes sean tan bravos como expertos soldados que<br />
puedan tenerlas elevadas contra viento y marea y por consiguiente mantener el prestigio al igual que la<br />
valentía <strong>de</strong> vuestro ejército. No <strong>de</strong>jéis solos a las ban<strong>de</strong>ras y a los portaestandartes; juntaos a su alre<strong>de</strong>dor<br />
cuando sea preciso. Que sólo aquellos que puedan hacer frente pacientemente al sufrimiento y que sean<br />
guerreros experimentados se reúnan alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> las ban<strong>de</strong>ras, especialmente cuando la batalla está en su<br />
apogeo y hay mucho <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> sangre. Recordad que las personas experimentadas no se<br />
retirarán, abandonando las ban<strong>de</strong>ras ni avanzarán <strong>de</strong>jándolas sin protección.<br />
Quien se siente más fuerte que su enemigo <strong>de</strong>be intentar ayudar a sus compañeros débiles y<br />
vacilantes y no <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jarles solos para que hagan frente a su enemigo por su cuenta: el excesivo egoísmo<br />
y dureza en un campo <strong>de</strong> batalla a menudo acarrea males también para las personas duras, porque<br />
usualmente el enemigo, tras vencer a un antagonista débil se une a sus compañeros para someter al fuerte<br />
(así pues, los fuertes <strong>de</strong>bieron recordar que el egoísmo no produce buenos frutos).<br />
¡Por Dios! Si no hacéis frente a las espadas <strong>de</strong> vuestros enemigos hoy, sino que huis <strong>de</strong> él, nunca<br />
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