NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />
Dios entonces permitió a Adán vivir en un lugar don<strong>de</strong> pudiera pasar sus días felizmente, libre <strong>de</strong><br />
toda clase <strong>de</strong> pensar y cuidado. Adán fue cumplidamente advertido <strong>de</strong> la enemistad <strong>de</strong> Satán hacia él y <strong>de</strong><br />
sus malas intenciones contra él. Cuando Satán vio a Adán viviendo en un ambiente tan feliz y en tan<br />
buena compañía, <strong>de</strong> nuevo se sintió celoso <strong>de</strong> él y lo atrajo fuera <strong>de</strong> su lugar, posición y estatus.<br />
Desgraciadamente (para él). Adán cambió en duda su firme creencia (que él <strong>de</strong>biera haber tenido<br />
siguiendo el consejo <strong>de</strong> Dios) acerca <strong>de</strong> la utilidad <strong>de</strong> este consejo (que Satán está celoso <strong>de</strong> él y le hará<br />
daño), y en lugar <strong>de</strong> tener coraje y actuar <strong>de</strong> acuerdo al consejo y <strong>de</strong> acuerdo a su convicción, titubeó y<br />
cayó en la trampa. Por consiguiente, cambió su condición feliz y <strong>de</strong>scuidada por la <strong>de</strong> inseguridad, miedo,<br />
<strong>de</strong>silusión y vergüenza. Después <strong>de</strong> su primera caída, Adán se sintió avergonzado <strong>de</strong> su <strong>de</strong>bilidad y se<br />
arrepintió. Dios Misericordioso encontrando que Adán estaba apesadumbrado <strong>de</strong> su error, avergonzado <strong>de</strong><br />
su <strong>de</strong>bilidad y penitente <strong>de</strong>l mal hecho por él, aceptó su penitencia y disculpas, le enseñó la manera <strong>de</strong><br />
buscar Su Perdón, Favor y Gracia y prometió <strong>de</strong>volverle a Su Paraíso. Pero por el momento le envió a un<br />
lugar don<strong>de</strong> hubiera <strong>de</strong> trabajar y preocuparse por su subsistencia, un lugar don<strong>de</strong> pudiera tener hijos y<br />
don<strong>de</strong> su raza pudiera multiplicarse y crecer.<br />
Dios seleccionó a Sus Apóstoles <strong>de</strong> entre los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> Adán e hizo un pacto con ellos para<br />
que actuaran fielmente <strong>de</strong> acuerdo a Sus Revelaciones, para que llevaran Su Mensaje con verdad y para<br />
que propagaran Su Misión.<br />
El sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>signar Mensajeros y Profetas fue adoptado cuando muchas gentes rompieron las<br />
promesas hechas a Dios y se arrepintieron <strong>de</strong> su palabra, olvidaron sus <strong>de</strong>beres y <strong>de</strong>rechos divinamente<br />
establecidos y comenzaron a aceptar a otros como sus dioses y a adorarlos porque Satanás los había hecho<br />
abandonar los caminos <strong>de</strong> Dios y a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> adorarle. Dios envió a Sus Apóstoles continuamente, uno tras<br />
otro, <strong>de</strong> modo que pudieran recordar a los seres humanos los <strong>de</strong>beres que la naturaleza había puesto sobre<br />
ellos como una parte <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> su existencia y como la realización <strong>de</strong> las promesas hechas por sus almas<br />
en el mundo espiritual el día <strong>de</strong> la Creación. Estos Profetas habían <strong>de</strong> atraer la atención <strong>de</strong> la humanidad<br />
hacia las Bendiciones y generosida<strong>de</strong>s otorgadas por El, llevarles Sus Mensajes, enseñarles a usar<br />
inteligente y sabiamente los tesoros escondidos en sus mentes e intelectos, y también dirigirles a<br />
compren<strong>de</strong>r las manifestaciones al igual que los secretos <strong>de</strong> la naturaleza tales como el alto tejado sobre<br />
sus cabezas (el cielo, que proteje <strong>de</strong> los <strong>de</strong>structivos y <strong>de</strong>vastadores efectos <strong>de</strong>l espacio) la tierra bajo sus<br />
pies (con todos sus tesoros y riquezas), las formas y medios <strong>de</strong> su sustancia y civilización (tan abundante<br />
y profusamente proveídas), las enfermeda<strong>de</strong>s que los envejece y <strong>de</strong>bilitan, los infortunios y calamida<strong>de</strong>s<br />
que frecuentemente los hacen cara, y finalmente la muerte que pone fin a todo.<br />
Dios no ha <strong>de</strong>jado nunca a ningún ser humano sin la Guía y educación <strong>de</strong> Sus Profetas, sin un Libro<br />
Sagrado, sin la prueba efectiva, cierta y concluyente <strong>de</strong> Su Divinidad y sin un camino claro y brillante<br />
hacia Su Reino. Sus Profetas fueron hombres <strong>de</strong> tal fortaleza <strong>de</strong> carácter y coraje que, aunque fueron una<br />
minoría y quienes se opusieron a ellos fueron siempre mayoría, estos Apóstoles nunca se sintieron<br />
nerviosos, contrariados o <strong>de</strong>sorientados y nunca abandonaron su Misión. Ninguno <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>jó este<br />
mundo sin indicar y <strong>de</strong>signar quien había <strong>de</strong> tomar su lugar tras su <strong>de</strong>saparición y continuar la Misión <strong>de</strong><br />
Dios; por consiguiente cada uno <strong>de</strong> ellos fue anunciado por el Profeta que <strong>de</strong>sapareció antes <strong>de</strong> él (por<br />
consiguiente no les fue difícil a los seres humanos reconocer a un verda<strong>de</strong>ro Profeta y distinguirle <strong>de</strong> un<br />
impostor). Por consiguiente, las eras sucedieron a las eras, hasta que el Misericordioso Ali-mentador<br />
<strong>de</strong>seó llevar las enseñanzas <strong>de</strong> Su Religión hasta el final y más alto estadio. Y como había prometido en<br />
el comienzo, <strong>de</strong>signó al Sagrado Profeta Muhammad (p.b.). <strong>Los</strong> signos e indicaciones que acompañaron<br />
su nacimiento y la <strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Su Misión hacia él fueron muy ciaras y prominentes, y el lugar don<strong>de</strong><br />
nació fue muy augusto y próspero. Cuando se le confió su Misión, los seres humanos estaban siguiendo<br />
diferentes credos, estaban divididos en numerosas sectas y tenían numerosas escuelas <strong>de</strong> pensamiento.<br />
123