NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />
DISCURSO 232<br />
(Este discurso es en alabanza <strong>de</strong> alguien cuyo nombre no se menciona, pero sus buenas acciones son<br />
alabadas por Hazrat Alí. El alabar a alguien sin dar su nombre pero elogiando sus elevados atributos<br />
parece ser práctica común <strong>de</strong> Hazrat Alí. En este mismo libro (Nahj-ul-balagha, hay muchos discursos así<br />
en los que él ha hablado <strong>de</strong> una persona o muchas personas, comentando con gran consi<strong>de</strong>ración sus<br />
formas <strong>de</strong> vivir y <strong>de</strong> pensar. Raramente ha hablado consi<strong>de</strong>radamente <strong>de</strong> ninguna persona por su propio<br />
nombre excepto el Sagrado Profeta. El más famoso y gran comentarista <strong>de</strong> Nahj-ul-balagha Abil Hadid,<br />
dice que con este discurso se refería Hazrat Alí al califa Ornar. Por el contrario, Allama Alí bin Nasir,<br />
comentando este discurso dice que Hazrat Alí ha alabado en él a uno <strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong>l Sagrado<br />
Profeta, que murió antes que Hazrat Alí. Esta fue también la opinión <strong>de</strong> Allama Qutbu-<strong>de</strong>en Ravundi, que<br />
murió en el 573 A.H. casi un siglo antes que Hadid. Otro famoso comentarista <strong>de</strong> este libro, Ibn Maisum,<br />
está <strong>de</strong> acuerdo con Qutbu<strong>de</strong>em Ravundi, y dice: «Hazrat Alí ha alabado así a uno <strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong>l<br />
Sagrado Profeta que había muerto antes <strong>de</strong> que amanecieran malos días sobre el Islam.<br />
<strong>Los</strong> esfuerzos <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los comentaristas por encontrar en las propias palabras <strong>de</strong>l discurso un<br />
significado que no se adaptara sino a un gobernante <strong>de</strong> un estado, es también esfuerzo inútil, porque<br />
insiste en las palabras Jairiha (esto es lo bueno <strong>de</strong> este mundo) y sharriha (lo malo <strong>de</strong> este mando). Todo<br />
hombre, incluso un pobre en la espera más limitada <strong>de</strong> sus activida<strong>de</strong>s, tiene ocasión<strong>de</strong> hacer algún bien y<br />
<strong>de</strong> cometer algún pecado (mal); por consiguientes, no es correcto <strong>de</strong>cir que sólo un gobernante tiene oportunida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> hacer el bien o el mal. El propio Hazrat Alí en uno <strong>de</strong> sus sermones aconseja a todos<br />
«mantened los pilares <strong>de</strong> la religión» (la unidad <strong>de</strong> Dios y la profecía <strong>de</strong> nuestro Sagrado Profeta), alzaos<br />
y mantened ardiendo estas dos lámparas». Naturalmente todo musulmán no fue, no es, ni será nunca un<br />
gobernante, por consiguiente Hazrat Alí aconseja a cada uno <strong>de</strong> nosotros a hacer su <strong>de</strong>ber <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
esfera <strong>de</strong> nuestras activida<strong>de</strong>s.<br />
Que Dios recompensa a aquella persona que en<strong>de</strong>reció las cosas torcidas, curó las mentes enfermas, <strong>de</strong>jó<br />
el cisma y la innovación, llevó una vida piadosa y murió en olor <strong>de</strong> santidad. Hizo buenas acciones y se<br />
abstuvo <strong>de</strong>l mal. Obe<strong>de</strong>ció a Dios y le temió. Murió antes <strong>de</strong> que la gente comenzará a disentir seriamente<br />
entre ellos. Les <strong>de</strong>jó en un ambiente y contorno tales, que estaban confundidos y extraviados, y no podían<br />
encontrar el verda<strong>de</strong>ro sen<strong>de</strong>ro, y aquellos que estaban siguiendo el camino no sabían si estaban en el<br />
correcto o el equivocado.<br />
DISCURSO 233<br />
(Este discurso se refiere al juramento <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad a su califato. Un discurso similar pero en palabras<br />
diferentes se da en este libro pero en otro lugar.)<br />
Arrastrabais mi mano hacia vosotros para dar el juramento <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad pero yo la retiraba. Esta lucha<br />
continuó hasta que os congregasteis alre<strong>de</strong>dor mío en tal número y <strong>de</strong> tal modo, como si fuerais camellos<br />
sedientos y yo fuera la única fuente <strong>de</strong> agua. Casi me aplastasteis en vuestra ansia, os estabais empujando<br />
unos a otros para llegar hasta mí, hasta que los lazos <strong>de</strong> mis zapatos se rompieron, mi vestido (aba) cayó<br />
<strong>de</strong> mi hombro, y fueron aplastados los viejos y débiles. Estabais tan regocijados en la ocasión, que incluso<br />
vuestro hijos vinieron tambaleándose, corriendo y salvando alegremente. <strong>Los</strong> viejos se caían y se<br />
arrastran para llegar a mis pies, vinieron a mí tambaleándose y arrastrándose los enfermos y achacosos, e<br />
incluso las muchas salieron <strong>de</strong> sus casas, corriendo hacia mi para mostrar su respeto y veneración.<br />
¿Podéis negar estos hechos?<br />
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