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NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...

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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />

concierne al tema, el Discurso es autoexplicativo.)<br />

¡Por Dios! Ese hombre se hizo con el califato como si fuera una insignia que se pudiera poner; todo<br />

el tiempo sabía muy bien que yo era tan indispensable al califato como un pivote a la piedra <strong>de</strong> molino<br />

sobre el que gira.<br />

La eminencia <strong>de</strong> mi posición entre aquellos hombres era tal que era como un manantial <strong>de</strong>l que<br />

corren los ríos <strong>de</strong> sabiduría, nadie podía aspirar a elevarse a lo alto <strong>de</strong> mi conocimiento. Pero fui forzado a<br />

cerrar mis ojos a esta usurpación y apartar mi cara <strong>de</strong> la calamidad. Estaba en gran aprieto; había dos<br />

alternativas ante mí:<br />

o bien combatir por mis <strong>de</strong>rechos sin la ayuda <strong>de</strong> seguidores o pacientemente soportar el <strong>de</strong>spojo. El<br />

sufrimiento iba a ser <strong>de</strong> una duración tan larga y triste que durante este período, los jóvenes se harían<br />

viejos, los viejos per<strong>de</strong>rían su vitalidad y los fieles terminarían sus días intentando en vano mejorar la<br />

situación.<br />

Después <strong>de</strong> haber pesado la situación cuidadosamente, llegué a la conclusión que lo más sabio para<br />

mí era hacer frente al <strong>de</strong>sastre con paciencia y coraje. Por consiguiente, lo soporté todo pacientemente,<br />

aunque sólo el pensamiento <strong>de</strong> haber sido <strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> mi justo <strong>de</strong>recho era extremadamente doloroso y<br />

penoso para mí.<br />

Finalmente, murió el primer califa, pero antes <strong>de</strong> morir <strong>de</strong>signó a otro para ocupar su puesto.<br />

(Aquí Hazrat Alí citó un verso Asha, en el que el poeta hace una comparación entre los días en que<br />

llevaba una vida feliz y <strong>de</strong>scuidada con su hermano y los días en que hubo que hacer frente a las<br />

dificulta<strong>de</strong>s en solitario.)<br />

No es sorpren<strong>de</strong>nte que durante su vida tuvo siempre mucha necesidad <strong>de</strong> la ayuda <strong>de</strong> otros para<br />

compensar sus imperfecciones y <strong>de</strong>fectos y cubrir sus faltas y fallos, pero a la hora <strong>de</strong> su muerte se<br />

consi<strong>de</strong>ró a sí mismo suficientemente sabio e instruido como para fijar y <strong>de</strong>signar a alguien para que<br />

continuara los <strong>de</strong>beres en los que él mismo fue un total fracaso.<br />

Osadamente y sin escrúpulos, él y su profesor, cada uno por turno, pillaron y saquearon la riqueza<br />

<strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong>jando el estado en una tan penosamente y dañada condición que e! paso <strong>de</strong>l tiempo fue<br />

incrementando la intensidad <strong>de</strong>l daño. Fue prácticamente imposible redimir el perjuicio. Y fue aparente el<br />

peligro <strong>de</strong> una ulterior repetición <strong>de</strong> la explotación sin escrúpulos. Pero se realizó bajo el disfraz <strong>de</strong> la ley<br />

y el or<strong>de</strong>n y se ofrecieron muchas inaceptables escusas para justificar estas irreligiosas e impías<br />

anulaciones y muchas más serán repetidas en el futuro.<br />

Por consiguiente, la situación llegó a tal extremo que quienquiera que tomaba las riendas <strong>de</strong>l estado<br />

o califato estaba en el penoso trance <strong>de</strong> cabalgar una camella terca y sin domar; si <strong>de</strong>seando mantener<br />

bajo control al animal, tiraba fuerte <strong>de</strong> las riendas corlaba y hería su nariz, y si la <strong>de</strong>jaba marchar<br />

libremente, la bestia lanzaría a ella misma y a su jinete a la <strong>de</strong>strucción y la muerte. Juro por Dios que las<br />

gentes marchaban extraviadas y sin guías; les faltaba el recto camino <strong>de</strong> la religión. Pero aceptaban lo<br />

inevitable sin arrepentimiento y con resignación. Soporté el largo y penoso período <strong>de</strong> la <strong>de</strong>vastación <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>rechos humanos y la religión hasta que la segunda persona murió también. Pero antes <strong>de</strong> su muerte<br />

<strong>de</strong>jó la cuestión <strong>de</strong>l califato a la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> hombres y pensó que yo también pudiera ser uno<br />

(porque él mismo había nominado a Alí) <strong>de</strong> los <strong>de</strong> esa comisión.<br />

¡Oh Dios! ¿Qué había <strong>de</strong> hacer con el grupo encargado <strong>de</strong> la selección?. (No tenía nada en común<br />

con ninguno <strong>de</strong> sus miembros). ¿Tuve alguna vez duda acerca <strong>de</strong> mi preeminencia y superioridad<br />

comparado con el primer califa como para que hubiera <strong>de</strong> aceptar ser uno <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> personas muy<br />

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