NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />
ejércitos tomarán también esa provincia. Estáis abocados a ser <strong>de</strong>rrotados porque no haréis los sacrificios<br />
necesarios para la ocasión y la causa. Mientras que ellos actúan colectivamente y se ayudan unos a otros<br />
aunque están equivocados vosotros no podéis controlar intereses conflictivos y egoístas en aras <strong>de</strong>l<br />
bienestar general, aunque estéis <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> la verdad y la justicia. Después <strong>de</strong> conocerme bien, no habéis<br />
permanecido preparados para reconocer mi valor y obe<strong>de</strong>cer mis ór<strong>de</strong>nes. Ellos están unidos en la<br />
obediencia <strong>de</strong> su jefe Mu'awiyyah, aunque los está conduciendo al vicio y al pecado y a la infamia y el<br />
infierno. Sólo para con su lí<strong>de</strong>r y vosotros intentáis engañarme en toda ocasión. Están llevando sus<br />
asuntos muy bien, y vosotros no sois competentes para llevar a<strong>de</strong>lante una buena administración.<br />
¡Oh Señor! Estoy harto <strong>de</strong> esta gente y ellos odian la forma <strong>de</strong> vida honorable, sincera y religiosa<br />
que quiero que sigan. Me odian por esa causa y yo <strong>de</strong>sprecio y <strong>de</strong>testo sus motivos viciosos y<br />
pecaminosos. O bien ablanda sus corazones hacia la verdad y la religión o dame mejores gentes y dales a<br />
ellos un gobernante peor.<br />
En lugar <strong>de</strong> estas gentes, ojalá tuviera conmigo un millar <strong>de</strong> jinetes <strong>de</strong>l clan <strong>de</strong> Bani Frass Bin -<br />
dhunin, que fueron tan rápidos en acudir a la llamada y tan diligentes en aten<strong>de</strong>r al <strong>de</strong>ber.<br />
DISCURSO 31<br />
(En este sermón se han arrojado luz entre fases <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l Islam: primero, sobre su condición<br />
<strong>de</strong> los Árabes antes <strong>de</strong>l Islam y lo que el Islam pretendía realizar para ellos. Segundo, la razón por la que<br />
Hazrat Alí no tomó pasos <strong>de</strong>cididos para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r su causa hasta la batalla <strong>de</strong> Basra (Jamal); tercero<br />
como Mu'awiy-yah hizo un trueque por la fi<strong>de</strong>lidad y ayuda <strong>de</strong> Ornar ibn Aas. Aparentemente este<br />
Discurso se dio antes <strong>de</strong> la batalla <strong>de</strong> Siffin.<br />
En apariencia Seyed Razi no pudo asegurarse el Discurso completo; todo lo que pudo asegurarse<br />
fueron tres párrafos resumidos <strong>de</strong> un largo Discurso <strong>de</strong> los que Hazrat Alí había aconsejado a sus<br />
seguidores prepararse para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse, dándoles una breve visión <strong>de</strong>l cambio que el Islam <strong>de</strong>seaba llevar<br />
a cabo en sus formas <strong>de</strong> vida, i<strong>de</strong>ología y visión y <strong>de</strong> los incansables esfuerzos <strong>de</strong> <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> las<br />
fuerzas sin Dios —abiertamente al comienzo y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> modo encubierto, pero siempre<br />
incesantemente.)<br />
¡Vosotros Árabes! ¿Os dais cuenta alguna vez en qué estado estabais cuando el Misericordioso<br />
<strong>de</strong>signó a Muhammad (p.b.) como su Profeta, y lo seleccionó como un Digno <strong>de</strong> Confianza y fiel<br />
Mensajero <strong>de</strong> la Revelación Divina.<br />
Seguíais una i<strong>de</strong>ología perversa y llevabais una mala vida. Vivíais en sucias cabanas y casas entre<br />
duras piedras y mortíferas serpientes. Comíais alimento <strong>de</strong>spreciable y sucio y bebíais agua fangosa y<br />
sucia. Histéricamente os odiabais unos a otros, luchando y matando incluso a vuestros parientes <strong>de</strong> sangre<br />
y vuestros amigos. Habíais levantado ídolos para adorarlos, vuestras vidas y vuestro entorno, vuestra<br />
religión y vuestra salvación estaban totalmente envueltas e inmersas en vicio y pecado.<br />
(Otra parte <strong>de</strong>l sermón.)<br />
Examiné la situación en que me encontraba a mí mismo y llegué a la conclusión que tampoco<br />
ninguno <strong>de</strong> mis parientes, tan pocos en número, vendría en mi ayuda contra las fuerzas anti-Dios, que se<br />
habían congregado violenta y vehementemente para subvertir y <strong>de</strong>rrocar los principios básicos que<br />
durante tanto tiempo los habían confundido y encolerizado. Sufrí en silencio la amarga contrariedad,<br />
porque no quería que los que me ayudaran fueran asesinados salvaje y <strong>de</strong>spiadadamente.<br />
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