NAHJ ALBALAGH Cimas de Elocuencia Los Discursos, Cartas y ...
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<strong>NAHJ</strong> <strong>ALBALAGH</strong> <strong>Cimas</strong> <strong>de</strong> <strong>Elocuencia</strong> <strong>Los</strong> <strong>Discursos</strong>, <strong>Cartas</strong> y Dichos De HAZRAT ALI<br />
Aunque están tan cerca <strong>de</strong> Ti y tienen una tan elevada posición en Tu Gracia, no piensan en nada sino en<br />
obe<strong>de</strong>certe. Están tan lejos <strong>de</strong> la infi<strong>de</strong>lidad a Ti, y sin embargo, si pudieran darse cuenta <strong>de</strong> la gran<strong>de</strong>za y<br />
magnificencia <strong>de</strong> Tu Reino, que incluso a ellos les está oculto, sus oraciones y su posición aparecerían<br />
significantes y se darían cuenta que nunca han recitado las oraciones que Te mereces.<br />
Glorificado seas, oh Señor. Eres el Orador y mereces adoración. Y Tú, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber probado la<br />
capacidad <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> la mejor manera posible, has creado para quien los merecen paraísos con las<br />
viandas más selectas y las mejores bebidas, con los mejores compañeros y sirvientes y con palacios a<br />
orillas <strong>de</strong> hermosos ríos con huertos y jardines adorables. Después enviaste Mensajeros que invitaron a la<br />
gente a estas bendiciones. Pero la gente ni prestó atención a la llamada <strong>de</strong> estos Mensajeros ni mostraron<br />
ningún <strong>de</strong>seo en ganar y merecer estas bendiciones ni ningún <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> llegar a este final. En lugar <strong>de</strong> ello,<br />
se volvieron hacia la suciedad <strong>de</strong> los goces mundanos, fueron unánimes en gozar <strong>de</strong> estos placeres, se<br />
contentaron con la <strong>de</strong>sgracia que estas inclinaciones les trajeron y se unieron en su amor <strong>de</strong> este mundo.<br />
Si un hombre ama una cosa se vuelve ciego a sus <strong>de</strong>fectos, su mente está predispuesta en su favor,<br />
su vista y oído pier<strong>de</strong>n el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ver y oír la realidad y no pue<strong>de</strong> tolerar el ver u oír algo contra el objeto<br />
<strong>de</strong> su <strong>de</strong>voción. Tal es la condición <strong>de</strong> la gente que va ciegamente tras los placeres mundanos. Sus mentes<br />
están tristemente afectadas y la lujuria por los goces mundanos matan su cons-ciencia. Están locamente<br />
enamorados <strong>de</strong> él y consecuentemente se vuelven sus esclavos al igual que esclavos <strong>de</strong> los placeres<br />
viciosos y malas fuentes <strong>de</strong> riqueza y po<strong>de</strong>r. Se inclinan y arrodillan siempre que el mundo así lo <strong>de</strong>sea y<br />
van don<strong>de</strong> <strong>de</strong>sea que vayan.<br />
El consejo y premoniciones <strong>de</strong> los Profetas no tienen ningún efeto sobre ellos, aunque vean la suerte<br />
<strong>de</strong> los pecadores a su alre<strong>de</strong>dor, cómo <strong>de</strong> repente estas personas extraviadas son llamadas para respon<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong> sus actos sin haber tenido ninguna oportunidad <strong>de</strong> volver <strong>de</strong> nuevo a la vida ni ninguna posibilidad <strong>de</strong><br />
ser perdonados. Ver que la muerte, que habían ignorado completamente durante su vida, <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> sobre<br />
ellos sin ningún aviso; se les hace partir <strong>de</strong> este mundo dón<strong>de</strong> han sido tan felices y bien protegidos; y han<br />
<strong>de</strong> hacer frente al próximo mundo que se les había predicho.<br />
La transición <strong>de</strong> tal persona <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta vida a la próxima es tan penosa que no pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>scrita<br />
fácilmente. La penosa sensación <strong>de</strong> la muerte, la contrariedad, la vergüenza <strong>de</strong> haber perdido<br />
oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toda una vida <strong>de</strong> ser bueno, hacer el bien, se apelotonan en su mente. La conciencia <strong>de</strong><br />
una vida culpable le hace sentirse triste y avergonzado y el horror y la <strong>de</strong>sesperanza <strong>de</strong> la situación le <strong>de</strong>ja<br />
pálido. Justo en este momento tal entra la muerte <strong>de</strong>teniendo la facultad <strong>de</strong> expresión y <strong>de</strong>l habla. El<br />
moribundo está ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> sus parientes. Su capacidad <strong>de</strong> habla le ha <strong>de</strong>jado, sin embargo, su mente está<br />
ahora increíblemente clara. Pue<strong>de</strong> ver y escuchar, pue<strong>de</strong> visualizar las realida<strong>de</strong>s y pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r la<br />
verdad. Piensa en la vida que ha <strong>de</strong>sperdiciado, <strong>de</strong> la riqueza que ha amasado <strong>de</strong> forma pecaminosa<br />
adoptando medios buenos o malos. Se da cuenta ahora <strong>de</strong> que tiene que hacer frente a las consecuencias<br />
<strong>de</strong> amasar esta riqueza <strong>de</strong> la que ahora se ve forzado a <strong>de</strong>jar para siempre, <strong>de</strong>jándoselo a los <strong>de</strong>más para<br />
que la disfruten<br />
(los frutos <strong>de</strong> sus pecados). Conoce que los placeres <strong>de</strong>l disfrute serán suyos y los dolores <strong>de</strong>l<br />
castigo serán lo que le corresponda a él, porque todos los pecados y crímenes que cometió para acumular<br />
esto, han sido anotados por los ángeles <strong>de</strong> Dios. En este momento, cuan claramente evi<strong>de</strong>nte es para él<br />
que ha hipotecado irrevocablemente su alma para reunir estas posesiones mundanas y cuan imposible es<br />
ahora <strong>de</strong>shacer lo que ha sido hecho. Es <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> incluso para arrepentirse. La vergüenza y el<br />
pesar <strong>de</strong> la situación es tan penosa que le hace recular y odiar estas mismas cosas que amó tanto cuando<br />
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